El ex canciller Héctor Timerman declaró ayer ante el juez Claudio Bonadio por supuesta "traición a la patria" a partir de la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán, tras lo cual el ex canciller sufrió una descompensación y fue trasladado a un sanatorio.
"Fue una crueldad lo que hicieron", denunció Graciana Peñafort, abogada del ex canciller, al cuestionar la declaración indagatoria que le tomó Bonadio en la causa por supuesto encubrimiento de los iraníes acusados de la autoría intelectual del atentado a la Amia, ya que —remarcó la letrada— Timerman había solicitado declarar en septiembre, cuando estaba mejor de salud (padece una enfermedad terminal), pero el magistrado lo rechazó. "Claro, no era dentro del calendario electoral", chicaneó.
En su declaración, Timerman defendió el Memorándum con Irán firmado por el gobierno de Cristina Fernández con el argumento de que se buscaba "una solución" a la causa Amia, y aseguró que ese convenio "en principio" fue "respaldado" por los investigadores del atentado terrorista, el fallecido fiscal Alberto Nisman y el juez federal Rodolfo Canicoba Corral.
Visiblemente debilitado, Timerman presentó un escrito de más de 160 páginas en donde insistió con que buscó facilitar la causa y que los iraníes declararan, y negó haber cometido delitos. También aseguró que nunca estuvo en la ciudad siria de Aleppo, donde supuestamente se hizo la reunión secreta con su entonces par iraní, Alí Akbar Salehi, en el año 2012, donde se habría gestado el pacto.
En su escrito Timerman afirmó que el Memorándum busco salir del empantanamiento en que había quedado la causa por la voladura de la Amia ante la decisión de los iraníes acusados de no declarar.
Esta causa se remonta a la denuncia que el 14 de enero de 2015 el entonces titular de unidad fiscal Amia, Alberto Nisman, radicó contra la presidenta Fernández y otros funcionarios acusándolos de encubrir a Irán a través del Memorándum que no llegó a ponerse en práctica pero fue aprobado en tiempo récord por el Parlamento argentino.
Cuatro días después, Nisman apareció muerto con un balazo en extrañas circunstancias y la Justicia aun no determinó si se suicidó o fue asesinado.
Acompañado de sus abogados, Alejandro Rúa y Peñafort, Timerman presentó un escrito de descargo en el cual, además, trató de justificar el Memorándum porque, dijo, "el juicio en ausencia (a los iraníes) era imposible", así como que el país persa "no entrega a sus nacionales". Además, negó haber cometido los delitos de "encubrimiento" a los iraníes por la firma del Memorándum con Irán.
Timerman se fatigó durante la audiencia por lo que solicitó ponerle fin y pidió una nueva fecha para, eventualmente, ampliar la declaración, según las fuentes. Poco después, a raíz de esa descompensación, debió ser internado en el Sanatorio Otamendi y Miroli de la Capital Federal, y la abogada Peñafort sostuvo en su cuenta de Twitter que "fue una tortura y una crueldad lo que hicieron hoy" al citarlo a declarar, recordando que "pedimos que declarara cuando todavía tenía fuerzas".
Hora de muerte
El peritaje de Gendarmería sobre la muerte de Alberto Nisman sostiene que el fallecimiento se produjo a las 2.46 del domingo del 18 de enero de 2015. El dato surge de calcular el potasio en humor vítreo en contexto con la temperatura ambiente tomada de datos aportados por el Servicio Meteorológico Nacional del día del hallazgo del cadáver. En la causa figura como horario probable de la muerte el domingo a las 10. En disidencia, los científicos de las querellas situaban el deceso el sábado a la noche.