Trece años después de que se planteara la idea, diez líderes del sudeste asiático crearon una asociación económica unificada en una región que es más poblada y diversa que la Unión Europea o América del Norte. La idea es competir con China e India. Los 10 gobernantes de los países de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático suscribieron una declaración durante la cumbre de la Comunidad Económica de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), creando la ANSEA.
La ANSEA tiene 625 millones de habitantes gobernados bajo diversos sistemas, como democracias inestables, dictaduras militares, gobiernos cuasi-civiles, regímenes autoritarios, monarquías y comunismo. Los 10 países del sudeste asiático exhiben una producción combinada de 2,6 billones de dólares y son Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam. La ANSEA, o Comunidad ASEAN, incluye una dimensión política, de seguridad y sociocultural en una región con gobiernos que van desde el comunista de Vietnam a uno militar en Myanmar, al reino de Brunei y a la bulliciosa democracia de Filipinas. Pero es la comunidad económica la que ofrece las oportunidades más concretas para la integración, en una región cuyo producto interno bruto (PIB) combinado la convertirá en la séptima economía más grande del mundo. “En la práctica hemos eliminado las barreras arancelarias entre nosotros”, dijo el primer ministro de Malasia y anfitrión de la cumbre, Najib Razak. “Ahora tenemos que asegurar movimientos más libres y la remoción de barreras que obstaculizan el crecimiento y la inversión”, agregó. Los países apuntan a armonizar estrategias económicas, reconocer mutuamente las calificaciones profesionales de sus ciudadanos y realizar más interconsultas sobre políticas macroeconómicas y financieras. También acordaron mejorar la conectividad de su infraestructura en transportes y comunicaciones, facilitar las transacciones electrónicas, integrar industrias para promover la tercerización regional y fortalecer el involucramiento del sector privado en la economía.
El anfitrión de la cumbre, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, elogió la creación de la nueva Comunidad Económica de la ANSEA como un “logro histórico’’ e instó a los miembros a acelerar la integración. “La región está preparada para ampliarse exponencialmente’’, dijo. LA ANSEA ya era una realidad y muchos de sus principios estaban vigentes en la región, como la eliminación de barreras arancelarias y la cancelación de restricciones a las visas entre otros aspectos. La comunidad también ha propiciado una mayor cooperación política y cultural.
La nueva comunidad incrementará los ingresos y el empleo y fortalecerá la economía de la región para que ésta tenga capacidad de hacer frente a otros gigantes, dijo Michael G. Plummer, profesor de economía internacional en el Centro Europa de la Universidad Johns Hopkins, con sede en Bolonia, Italia.
Sin embargo, falta bastante para que la nueva comunidad sea totalmente funcional una vez que se convierta en una entidad jurídica el 31 de diciembre. “Es sin duda el programa de integración económica más ambicioso en el mundo en desarrollo. Sin embargo, la puesta en marcha será ardua. Falta mucho por hacer y la región afronta muchos desafíos por resolver’’, dijo Plummer.
Flancos débiles. La nueva alianza se queda corta en aspectos delicados políticamente, como la apertura en la agricultura, el sector del acero, la producción automovilística y otros sectores protegidos. Los ciudadanos de la ANSEA podrán trabajar en otros países de la región, pero sólo en ocho sectores, como ingeniería, contabilidad y turismo. Estos sectores representan apenas el 1,5% del total de los puestos de trabajo en la región, en tanto que los países miembro pueden todavía imponer obstáculos regulatorios.
El comercio intrarregional continúa en alrededor del 24% del total del comercio global de la ANSEA en la última década, muy por abajo del 60% que representa en la Unión Europea. Los países de la ANSEA también han tenido problemas para superar problemas diplomáticos como las disputas fronterizas entre Camboya y Vietnam, o la incapacidad de Indonesia para combatir los incendios forestales anuales cuyas emisiones llegan a Malasia, Singapur y Tailandia. el ANSEA se suma al reciente Tratado Transpacífico, (TPP) entre EEUU, Japón y otras naciones de la cuenca del Pacífico, como Chile y Australia.