El ex fiscal Julio César Strassera aseguró ayer que el Congreso es "lo peor" que
tiene la Argentina, y lo definió como "la escribanía de la Casa de Gobierno", al cuestionar a los
legisladores por no reformar leyes penales para que la Justicia pueda emitir determinadas
sentencias.
Strassera efectuó la crítica al justificar desde lo jurídico la orden de puesta
en libertad de 21 represores, luego suspendida, por parte de la Cámara de Casación durante la
semana última, al cumplirse los dos años establecidos por ley para la prisión preventiva.
El ex fiscal fustigó también al gobierno nacional al sostener que "defiende los
derechos humanos y luego apoya expresamente a (el ex carapintada) Aldo Rico", a quien definió como
"un violador de derechos humanos que dice que en el país no puede haber democracia".
"La gente se queja de la Justicia y yo mismo me he quejado de la Justicia, pero
lo peor que tenemos en la Argentina es el Parlamento, es la escribanía de la Casa de Gobierno",
acusó el ex fiscal del juicio a las Juntas Militares, en declaraciones a una radio de Mar del
Plata.
Argumentó que había en el Congreso "un proyecto para abreviar plazos" de los
juicios por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura, pero dijo que los legisladores
"lo dejaron morir".
"De acuerdo a convenios internacionales, no se puede tener a una persona en
prisión preventiva por más de dos años y sin condena, y esta gente llevaba siete años de prisión",
adujo en referencia a Alfredo Astiz y Jorge El Tigre Acosta, entre otros.
Strassera sostuvo que los 21 represores "deben ser condenados porque las pruebas
son irrefutables y esto es muy grave", pero los "derechos humanos son derechos humanos de las
víctimas y de Jack El Destripador’".
Dijo que, "en otros juicios, ha habido condenas importantes, como a (los
represores Antonio Domingo) Bussi y (Benjamín) Menéndez".
La orden de puesta en libertad de los 21 represores, emitida el jueves último,
había sido criticada con dureza por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Es un día de
vergüenza para los argentinos y para la humanidad, y también para nuestro sistema judicial", había
fustigado la jefa del Estado.
"La vergüenza no es de la Justicia, sino del Parlamento", replicó ayer
Strassera.
Por su parte, el gobierno nacional desplegó una estrategia frente al fallo de
Casación que incluyó el pedido de juicio político a los camaristas que emitieron la sentencia.
"Casación cumple con la ley", insistió ayer Strassera, y criticó a quienes
"amenazan a los jueces desde el Consejo de la Magistratura".