Conscientes de la fase de reacomodamiento político que acaba de acelerarse en la provincia, los socialistas dialogarán en los próximos días con la UCR santafesina, pero “sin apuro”, al tiempo que instarán a fortalecer el Frente Progresista (FPCyS) como una alternativa al kirchnerismo y a Juntos por el Cambio (JxC).
A una semana de la muerte de Miguel Lifschitz —el gran ordenador del espacio progresista—, el radicalismo planteó el domingo pasado un fin de ciclo y propició una nueva “alternativa potente” al kirchnerismo. Hasta Mario Barletta aprovechó el contexto para lanzar su candidatura a senador nacional.
En ese sentido, el senador provincial Felipe Michlig (UCR-NEO) dijo que la muerte de “el único gran elector que le quedaba a Santa Fe cierra un ciclo político que impone nuevos desafíos a la oposición al peronismo: recrear la organización en torno a programas comunes y dotarla de nuevos liderazgos”.
No obstante, entre las filas del Partido Socialista (PS) deslizaron a La Capital acerca de la iniciativa de la UCR: “Es un tema que se tiene que discutir internamente y sin apuro, no a través de los medios de comunicación. Además, lo peor que puede ocurrir en política es llamar a un nuevo frente y no tener respuestas”.
Desde principios de año los radicales vienen impulsando un frente amplio que constituya una alternativa a los gobiernos provincial y nacional, lo que implicaría actuar juntos en las elecciones de mitad de mandato y tender puentes con los partidos que conforman el FPCyS y el macrismo.
La meta
“Mantendremos el Frente Progresista en la Legislatura y en los grandes municipios. Y armaremos una propuesta electoral a senador y a diputado nacionales en la que, seguramente, tendrán un rol preponderante Pablo Javkin y Emilio Jatón, intendentes de Rosario y Santa Fe, respectivamente”, afirmaron— por lo bajo— en el socialismo. Y añadieron: “Ojalá podamos ampliar la construcción y sumar referentes que están en otros espacios. Tampoco faltarán los radicales”.
Al respecto, el diputado provincial Fabián Palo Oliver (radical frentista) volvió a tuitear acerca de la movida de sus pares. “Las personas dignas de respeto no deberían utilizar a quienes hoy no están entre nosotros para justificar sus decisiones políticas. Dejen de usar a Lifschitz. Miguel fue muy claro, en más de una oportunidad, cuando públicamente dijo que el Partido Socialista sostiene el armado del FPCyS”, posteó ayer.
https://twitter.com/PaloOliver/status/1394321002801340420
Por lo pronto, el socialismo luce decidido a cimentar su posición: encarnar una expresión política que se diferencie de la grieta nacional, al menos en territorio santafesino.
De hecho, la flamante titular del PS a nivel nacional, Mónica Fein, ratificó el curso el mismo domingo. “Hay que dialogar con todos, pero no creo que nuestro proyecto sea una coalición con Juntos por el Cambio ni con el Frente de Todos (FdT)”, indicó la ex intendenta rosarina.
Entonado por su perfil de gran lector en la coalición progresista, Lifschitz preparaba el terreno para su candidatura a senador nacional, a la vez que obraba de dique para otras pretensiones de sus aliados.
Pero los radicales que propician el frente amplio volvieron a la carga. “Si quieren que continúen el kirchnerismo o el gobierno provincial (de Omar Perotti), sigamos haciendo lo mismo”, afirmó Michlig.
A su turno, Barletta consideró: “Hay coincidencias y debemos encontrar el modo de unirnos. El frente no tiene límites entre quienes respetamos la Constitución , las leyes y le decimos no a la corrupción”.
Otra puja
El adelanto de la jugada del radicalismo se registró el jueves, durante las negociaciones por las autoridades de la Cámara baja santafesina: la UCR fue por la vicepresidencia primera del cuerpo que condujo Lifschitz hasta antes de su muerte por Covid-19, cargo que el PJ pretendía renovar.
Las tratativas en torno a la pretendida reconfiguración de fuerzas legislativas pasaron a un cuarto intermedio hasta el jueves próximo. Aunque en el peronismo advirtieron que no darán pelea y, de ese modo, se limitarán a “dejar al descubierto a quienes no respetan la primera minoría”, depositando la definición de la controversia en los votos de las restantes bancas.