El precandidato a gobernador por la lista Frente para la Victoria (PJ), Agustín Rossi, encabezó ayer una multitudinaria y colorida caravana que recorrió la periferia de Rosario y que culminó con un acto en Villa Gobernador Gálvez. “Les pido a todos los santafesinos la oportunidad de ser gobernador y yo les prometo una provincia mucho mejor”, cerró, al borde de la afonía, el Chivo en la plaza central de la vecina localidad, última escala de un periplo que se inició cerca del mediodía en Parquefield.
La “caravana de la victoria” comenzó en Casiano Casas y Baigorria, y a partir de allí una columna que alcanzó unas 25 cuadras siguió a la camioneta donde estaban Rossi y su compañero de fórmula Jorge Hoffmann; el precandidato a intendente Héctor Cavallero, a senador departamental Armando Perichón, a concejal Roberto Sukerman y el precandidato a primer diputado Luis Rubeo. También estuvieron los integrantes de la lista Jóvenes para la Victoria que encabezan Leandro Busatto y Eduardo Toniolli.
“El 22 de mayo (fecha de las internas) tiene que ser el día en que Santa Fe diga que se quiere sumar a este proyecto que inició Néstor Kirchner y que hoy continúa Cristina Fernández”, dijo Rossi en la primera parada del raid caravanero, en Casiano Casas y Sorrento.
La caravana, integrada por automóviles, motos y hasta bicicletas, fue amenizada por un grupo de candombe que le puso colorido y música a un acto político en el tramo final de una campaña larga e intensa. El propio Rossi recordó que el Frente para la Victoria inició su carrera en diciembre pasado en Rosario, con un acto en la bajada Sargento Cabral, de un alto valor simbólico para los peronistas: fue allí donde en 1973 hizo el cierre de campaña Héctor Cámpora.
“Estamos terminando la campaña como la empezamos: de cara a la gente. Somos el único espacio que hizo esto y hoy estamos demostrando la capacidad de movilización de nuestros militantes”, agregó Rossi. Cavallero, que estaba a su lado, no paraba de saludar a la gente y, con 19 campañas electorales a cuestas, aún no dejaba de sorprenderse por el fervor de la gente, sobre todos de los más jóvenes. “Esto lo hizo posible el kirchnerismo, que le devolvió a los más pibes las ganas de participar en política”, añadió el Tigre, mientras por uno de los parlantes vibraba “Carnaval toda la vida”, de los Fabulosos Cadillacs, y Rubeo ensayaba unos pasos de baile en la caja de la camioneta y devolvía el clásico saludo peronista de los dedos en V a los automovilistas que circulaban de frente a la caravana.