El técnico informático Diego Lagomarsino advirtió que sus huellas “deberían estar” en el arma de donde salió la bala que terminó con la vida del fiscal federal Alberto Nisman. Y negó que haya tenido una relación homosexual con el fiscal.
El técnico informático Diego Lagomarsino advirtió que sus huellas “deberían estar” en el arma de donde salió la bala que terminó con la vida del fiscal federal Alberto Nisman. Y negó que haya tenido una relación homosexual con el fiscal.
Lagomarsino salió al cruce por primera vez de los señalamientos de que él y Niman tenían una relación amorosa, tal como afirmó un senador nacional Salvador Cabral. La propia presidenta Cristina Fernández hizo hincapié en la relación "íntima" que unía a Nisman con Lagomarsino. El joven contestó: "No sé qué es una relación íntima. Uno, cuando tiene una relación de tanto tiempo, no es un amigo ni tampoco es un jefe. Si la presidenta se refirió a una relación homosexual, confirmo que no. Lo que a mí me molesta de eso es que en el medio hay otras personas. Mis hijos son muy chiquitos, pero Alberto tiene una hija más grande".
“Al arma la heredé en 2002. Vino por medio de un familiar y yo quería comenzar a tirar. La realidad es que la usé dos veces en esa época y estaba en desuso”, contó sobre la pistola calibre 22 el único imputado en la investigación por la muerte del fiscal, ocurrida el 18 de enero en su departamento del complejo Le Parc, en el barrio porteño de Puerto Madero.
En una entrevista publicada hoy por el diario El País, de Madrid, Lagomarsino dijo que "no" limpió el arma antes de entregársela a Nisman y advirtió que sus huellas "deberían estar".
40 mil pesos. Lagomarsino dijo además que su función era “asistir a Alberto Nisman en todo lo relativo a IT (tecnología de la información) puntualmente a él, no a la fiscalía”.
“Inicialmente yo iba a trabajar para la fiscalía, pero él me dijo: 'No, vos vas a trabajar para mí'. Se habló mucho de si yo cobraba 40.000 pesos por hacer copias de resguardo. Pero en realidad, sistemas no es solamente hacer resguardos”, consignó Lagomarsino. Además, contó que “Alberto no era una persona fácil” aunque “tampoco una mala persona, al contrario”, pero “él quería las cosas ya, en el momento” y que él era “un obsesivo del trabajo”.
Lagomarsino calificó además a Nisman como "el toro de Wall Street de Nueva York vivo" y "un tipo con cojones".