El diputado nacional Ricardo Alfonsín (UCR) admitió que las discusiones internas dentro del Frente Amplio Unen (FAU) hizo que el espacio perdiera atractivo ante la sociedad de cara a las Paso del año próximo e instó a los precandidatos presidenciales de la fuerza a que se sienten a consensuar para resolver de una vez por todas las diferencias que tienen, sobre todo la referida a la incorporación del PRO de Mauricio Macri a la coalición. "Esto se resuelve fácil: convocando a una reunión para ratificar la identidad progresista del FAU", planteó el dirigente radical.
En una entrevista con La Capital, Alfonsín se mostró proclive a que el FAU reduzca a tres las fórmulas de candidatos que competirán en la interna abierta (hoy tiene cinco postulante lanzados: Julio Cobos, Ernesto Sanz, Hermes Binner, Elisa Carrió y Fernando Pino Solanas), e incluso aventuró que el radicalismo debe ir con un solo candidato. "Sería lo más conveniente para las aspiraciones de la UCR", evaluó, aunque dijo que esa cuestión la deberán resolver las autoridades partidarias y los propios involucrados: Cobos y Sanz.
—¿Qué evaluación hace de la marcha del FAU y de las diferencias internas que surgieron en la coalición?
—A pesar de los problemas, yo tengo una valoración positiva. Cuando se anuncia la conformación del FAU, cerca de un tercio de los argentinos se entusiasmó con participar en las Paso para elegir el candidato a presidente. Esto significa que alrededor de siete millones de personas se interesaron en nosotros. Lamentablemente, luego de unos episodios que se dieron a través de los medios, porque en la mesa del FAU nunca se discutió la incorporación del PRO, se generó cierta incertidumbre y desorientación en la ciudadanía. Sin embargo, las consecuencias o los efectos de esa incertidumbre no han sido tan grande como yo creía, porque todavía hay entre 4 y 5 millones de personas que querrían participar en la interna del FAU. Para que volvamos a recuperar la confianza de la ciudadanía que hemos perdido es necesario terminar con este tema de las alianzas que desvirtúan la identidad del espacio.
—¿El único problema interno es si hay o no alianza con el PRO?
—Insisto: la disminución de la expectativa social se puede revertir si se clausura esta discusión con el PRO y se presenta el FAU como un espacio claramente de centroizquierda que quiere relevar al oficialismo desde concepciones progresistas y aventar la posibilidad de que en la Argentina vuelvan a ser mayoritarias las políticas de los años noventa.
—¿Cuál es la fórmula para saldar definitivamente las discusiones que se dan a través de los medios?
—Es bastante sencillo. Cualquiera de los partidos que integran el FAU podría pedir una reunión para que esto que se está hablando en los medios se discuta puertas adentro. Ahí se va a ver que si alguien plantea la incorporación del PRO; esta propuesta es absolutamente minoritaria. A mi juicio, es la UCR la que debe pedir un encuentro para definir esta cuestión y la necesidad de preservar la identidad progresista y socialdemócrata del FAU.
—Por lo que acaba de decir, no hay reuniones dentro de la coalición...
—No, no. La mesa del FAU se reúne todas las semanas, pero nunca se planteó la incorporación del PRO. Y lo que no se plantea en esa mesa no debe trasladarse a los medios de comunicación por respeto a las fuerzas políticas y los compromisos asumidos cuando conformamos este espacio.
—Carrió y Luis Juez son los que más abiertamente están a favor de incorporar a Macri, pero también en el radicalismo hay voces que plantean lo mismo.
—Es cierto, pero es una posición minoritaria. Por eso, me parece que las autoridades del radicalismo deberían manifestarse claramente y decir que la posición mayoritaria del partido tiene que ver con la necesidad de preservar la identidad del FAU, y que el candidato que representará al espacio surgirá de las fuerzas que componen el frente.
—Hoy el FAU tiene cinco precandidatos a presidente lanzados, y en los últimos días se le escuchó decir a Cobos que hay que reducir el números de fórmulas. ¿Coincide con este planteo?
—Sí, me parece que tres fórmulas serían lo máximo; cinco son demasiadas. Creo que esto va a quedar definido antes de diciembre. Hay que procurar que el FAU sea lo más competitivo posible de cara a los comicios de presidenciales del año próximo.
—El tema pasa entonces por convencer a algunos de los candidatos para que se bajen.
—Hay que ponerse a pensar y a reflexionar, y discutir qué es lo más conveniente para el FAU. Yo confío en que a partir de un proceso de debate se pueda llegar a solucionar esta cuestión antes de fin de año.
—La UCR tiene dos candidatos: Cobos y Sanz. ¿Usted es partidario de que el radicalismo vaya con una sola fórmula a las Paso?
—Aplicando la lógica, resultaría conveniente que el radicalismo, si aspira a liderar con su candidato el FAU, debería tener un solo competidor. Pero bueno, esa es una determinación que deberán tomar los dos candidatos que tiene el partido. Esto se debe arreglar de la mejor manera posible.
—Algunas voces de su partido, para avalar la inclusión del PRO, ponen como ejemplo lo que sucedió en Marcos Juárez. ¿Usted cree que esa experiencia no es trasladable a nivel nacional?
—Esto hay que diferenciarlo. Las cosas que se deciden en un municipio son totalmente diferente a lo que se deciden a nivel nacional. Lo mismo podríamos decir de las provincias. Hay alianzas que son posibles en algunos distritos, pero no a nivel nacional. De todas maneras, también hubo elecciones en otros municipios, por ejemplo en Pintos (Santiago del Estero) donde la UCR, sola en Unen, ganó las elecciones y sin embargo nadie utiliza este ejemplo como demostrar que el FAU solo, sin alianzas, puede ganar.
—¿Cuál es, según usted, el porcentaje de votos que tiene hoy el FAU?
—Si usted suma la intención de votos que tienen cada uno de los candidatos del FAU, se llega a la conclusión de que como fuerza tenemos la misma intención de votos que tiene el Frente Renovador o el Frente para la Victoria. El desafío es lograr que los que votan en el FAU en las Paso, cualquiera sea el candidato, sigan acompañando luego en la elección general. Si logramos dar respuesta a este reto, nosotros estamos en la segunda vuelta.
—Recientemente se difundió una encuesta que le da a la presidenta Cristina Fernández un 40 por ciento de imagen positiva. ¿Lo sorprende ese dato?
—No, no me sorprende, pero creo que la sociedad ya decidió cambiar. Ya sea en primera o en segunda vuelta, el oficialismo pierde las elecciones. Lo que no decidió todavía la sociedad es quién lo va a reemplazar. Nosotros tenemos que trabajar para que nos elijan a nosotros.
—¿Cómo evalúa este último tramo del gobierno de Cristina Fernández?
—Se empiezan a advertir ahora las consecuencias de los errores cometidos. Ya sabemos qué pasa con la energía, con la inflación, las reservas del Banco Central, con las economías regionales, con algunos sectores de producción primaria. La realidad, lamentablemente, nos ha ido dando la razón. La crítica que le hago al gobierno es que no aprovechó como debería haber aprovechado una circunstancia internacional extraordinariamente favorable desde el punto de vista económico.