A un mes de las elecciones generales, el candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, analiza los nombre para su eventual gabinete "justicialista", que sería un combinado de gobernadores peronistas que dejan sus cargos y miembros de su actual equipo de trabajo en Buenos Aires.
"Tengo armado todos los objetivos en cada área y también en la cabeza llevar a delante un gabinete con profundo sentido federal, con representación de los que tengan la experiencia y la capacidad de encarar estos objetivos", manifestó.
Su mano derecha para manejar los hilos de la gestión seguirá siendo el actual jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, quien conservaría su rol en caso de que el motonauta llegue a la Rosada. La intención del candidato oficialista es forjar un equipo de trabajo compuesto por los gobernadores peronistas que concluyen sus mandatos en diciembre y por sus fieles alfiles que hoy tienen sus oficinas en La Plata.
De los ocho mandatario peronistas que dejarán el poder, varios suenan como posibles integrantes del gabinete de Scioli. Aunque la mayoría son candidatos y disputan cargos legislativos, probablemente renuncien a su bancas y se incorporen al equipo naranja, como el caso del gobernador misionero, Maurice Closs, quien compite por ser diputado nacional pero figura como el encargado de Turismo en el dream team que bosqueja el postulante presidencial del oficialismo.
En tanto, el mendocino Francisco Pérez sería designado al frente de la Cancillería y el actual presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, asumiría como ministro de Agricultura.
Por su parte, el mandatario neuquino, Jorge Sapag, no fue anotado para disputar ningún cargo en las elecciones pero suena para el área energética, que actualmente tiene rango de secretaría, aunque se baraja la posibilidad de transformarla en ministerio.
El entrerriano Sergio Urribarri compite por una banca en la Legislatura provincial, pero el candidato a presidente lo ve como un buen dirigente para hacerse cargo del Ministerio del Interior.
Otro de los gobernadores que podría recalar en la Rosada sería el de San Juan, José Luis Gioja, quien es muy valorado por Scioli y fue el último de los mandatarios provinciales que encabezó la denominada Liga de los Gobernadores que funcionara en tiempos de Néstor Kirchner.
En Economía, Scioli piensa ubicar a varios de sus consejeros de confianza, como Miguel Bein, Silvina Batakis, Mario Blejer y Rafael Perelmiter, quienes harían del Palacio de Hacienda un sector más "equilibrado" y sin tanto peso acumulado en el eventual ministro.
Pero no sólo del interior saldrán los funcionarios. Desde La Plata ya hay varios anotados. El ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, sería designado como titular de la cartera de Defensa, y sus pares de Salud, Alejandro Collia; de Justicia, Ricardo Casal, y de Trabajo, Oscar Cuartango, conservarían sus áreas a nivel nacional.
En tanto, el actual secretario de Seguridad, Sergio Berni, aparece como el hombre que se haría cargo de conducir ese Ministerio, en caso de que el oficialismo se consagre en las urnas.
El vocero de campaña y presidente del Instituto Cultural provincial, Jorge Telerman, ocuparía el puesto que hoy ocupa Teresa Parodi y el Ministerio de Industria quedaría para Miguel Peirano, quien recientemente se incorporó al sciolismo tras desertar del Frente Renovador. El director de la Ansés, Diego Bossio, quien tiene buena reputación para Scioli, sería puesto al frente de una novedosa agencia de vivienda para impulsar el crédito hipotecario.
El órgano a cargo de las jubilaciones y pensiones sería ocupado a partir del 10 de diciembre por el actual presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni.
Macri prepara un "Plan Marshall" para el norte
El candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, tiene previsto lanzar el próximo martes en Tucumán un proyecto de infraestructura para el norte del país con inversiones por 16 mil millones de dólares y 250 mil viviendas, al que denominarán Plan Belgrano.
Según el borrador del proyecto —que informalmente lo llaman "el Plan Marshall del Norte"—, la idea es que "Argentina tiene una deuda" con esa región, dada la "desigualdad" entre las nueve provincias del NOA y el NEA" y el resto del país.
Macri se subirá así a la campaña de propuestas de gestión que inauguró su rival Sergio Massa cuando su candidatura tambaleaba, y que continuó el oficialista Daniel Scioli el lunes pasado en el Teatro Opera, donde prometió inversiones por 30 mil millones de dólares.
El proyecto que el líder del PRO lanzará el martes propone una inversión en infraestructura de 16 mil millones de dólares en 10 años, que contempla la construcción de 250 mil viviendas y subsidios a los fletes. También estipula mejoras en los trenes de carga Belgrano Norte, Mitre y Urquiza, en los ramales Tucumán-Rosario y Tucumán-La Plata; la ampliación de los aeropuertos de Iguazú, Resistencia, Salta y Tucumán, y 500 mil nuevos accesos al agua.
Prevé además la creación de un Fondo de Reparación de 50 mil millones de pesos a invertir en cuatro años para paliar la desigualdad económica de esa región donde provincias como Formosa tienen un PBI nueve veces más chico que el de la Ciudad de Buenos Aires.
Los equipos de campaña del PRO señalaron que actualmente el acceso a internet abarca a un 40 por ciento del país y que su intención, en caso de que Macri llegue al gobierno, es llevarlo al ciento por ciento y que esa obra comenzaría por el norte, en el marco del Plan Belgrano.
La iniciativa puntea también la "radarización de la frontera" con la instalación de tres radares en Tartagal, San Salvador de Jujuy y San Pedro, como medida para combatir al narcotráfico.
Según relataron fuentes de la campaña macrista, el plan fue diseñado por la Fundación Pensar, que concentra a los equipos técnicos del PRO, con la participación del economista jujeño Jorge Colina y el aporte de Gerardo Morales.