El senador y titular de la UCR, Ernesto Sanz, se inclinó ayer por el santafesino Mario Barletta para ocupar la presidencia del radicalismo en diciembre próximo, en medio de una crisis partidaria tras la derrota en las elecciones presidenciales.
El senador y titular de la UCR, Ernesto Sanz, se inclinó ayer por el santafesino Mario Barletta para ocupar la presidencia del radicalismo en diciembre próximo, en medio de una crisis partidaria tras la derrota en las elecciones presidenciales.
"A mí me gusta Mario Barletta, el intendente de Santa Fe", señaló Sanz al ser consultado sobre el impulso del alfonsinismo a la candidatura del histórico dirigente bonaerense Juan Manuel Casella, y agregó que "el radicalismo necesita un fuerte proceso de renovación".
Sanz destacó que "no es una cuestión de nombres" y expresó: "No sé qué va a pasar el 16 de diciembre (cuando deje su cargo). Probablemente haya varios candidatos. Nosotros vamos a elegir por última vez con este sistema indirecto de delegados".
"El sistema de elección de presidente por el que me eligieron a mi hace dos años y tenemos que elegir ahora, es un sistema muy federal, en el que todas las provincias tienen cuatro delegados", detalló el presidente de la UCR.
Asimismo, ratificó que no extenderá su mandato y afirmó que "el radicalismo necesita caras nuevas, necesita un fuerte proceso de renovación".
Rumbos. En medio de la interna, la diputada nacional Sandra Rioboó advirtió que el radicalismo "terminará" con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, "si no discute su rumbo" político y aseguró que la fuerza "evade la discusión" interna.
"Necesitan seguir engañando a la militancia para evitar una fuga masiva. Declaman el progresismo pero acuerdan con (el peronista disidente Francisco) De Narváez. Piedra libre al doble discurso amoral y anacrónico del oficialismo partidario", cuestionó Rioboó en alusión a las actuales autoridades partidarias tras la dura derrota en las elecciones presidenciales.
Rioboó encendió la puja interna en el radicalismo luego de postularse para presidir la UCR una vez que finalice en diciembre el mandato del senador por Mendoza.
"Evaden la discusión política, amparados en cuestiones reglamentarias, porque no quieren asumir que encarnan el pragmatismo conservador", señaló la legisladora y desmintió su desafiliación al partido.
En ese sentido, afirmó que va a "presionar hasta que se dignen a dar el debate político y, en tal caso, si gana la derecha, la sociedad sabrá que el radicalismo dejó de ser un partido progresista".
En un comunicado, aseveró que "si no se discute el rumbo de la UCR, terminan con Macri" y apuntó que "están desesperados por sacarnos la roja porque a muchos dirigentes se les caen las tarjetas amarillas de los bolsillos. Tenemos dos proyectos en pugna: la derecha radical contra el progresismo. Esa es la cuestión, todo lo demás es maquillaje".
"Un partido que cada dos años construye proyectos electorales contrapuestos es un partido sin horizonte que tan sólo aporta confusión al mapa político argentino y que pierde identidad en cada elección", evaluó.
El presidente del bloque de senadores de la UCR, Gerardo Morales, había advertido hace unos días que Rioboó no puede aspirar a la presidencia del radicalismo porque "no es afiliada" y "está fuera del partido" luego de ser candidata a senadora por el Frente Amplio Progresista (FAP) de Hermes Binner.