"La oposición y los medios concentrados nos quieren vender una Argentina que no es real para pincharnos el globo, para perforarnos en nuestros valores porque saben que la Argentina desde 2003 se puso de pie, recuperó la autoestima, la esperanza y que tenemos futuro. Esa es la única estrategia que tienen", definió Martín Sabbatella, al ser consultado sobre debate político en el país.
El titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) estuvo ayer en Rosario participando del encuentro mensual de cableoperadores pyme de todo el país. También inauguró un local partidario de Nuevo Encuentro, la fuerza política que lidera Sabbatella, en la ciudad y se reunió con referentes locales del partido como el diputado provincial y dirigente gremial docente José María Tessa y el periodista santafesino Juan Carlos Bettanín, que en pocas horas asumirá la banca en la Cámara de Diputados de la Nación que dejó vacante Agustín Rossi.
—¿En qué plazo considera que la Corte Suprema se expedirá sobre la constitucionalidad de la ley de medios objetada por el grupo Clarín?
—Ya hicimos la presentación en la Corte y ahora esperamos que decida, y que lo haga con la celeridad que el caso amerita y que la propia Corte le pidió en su momento a la Cámara Civil y Comercial. Creemos que hay una situación de gravedad institucional porque hay una ley del Parlamento, de la democracia, que deja atrás una norma oscura de la dictadura, y que hace más de tres años y medio no se puede aplicar integralmente. No sabemos ni los tiempos ni la decisión de la Corte, pero esperemos que sea lo más rápido posible. También hay que destacar que todas las resoluciones de la Justicia en las instancias previas a la de la Cámara fueron a favor de la constitucionalidad de la ley. Sólo la Cámara, que como no podía decir que la ley era inconstitucional, lo que hizo fue decir que sólo algunos artículos e incisos lo eran, lo cual es una vergüenza porque dice que se pueden aplicar aquellas partes que no afectan al grupo Clarín pero que eran inconstitucionales los artículos que sí afectan al grupo. Este es un fallo vergonzoso porque es de los mismos jueces que nosotros recusamos por viajar a Miami pagados por el grupo Clarín. Es obvio que es un fallo a medida de los intereses de Clarín, lo mismo que esas leyes o decretos que promueven (Mauricio) Macri y (José) De la Sota que sí contrarían el derecho. Es la estrategia para mantener su situación de privilegio.
—Se reunió con cableoperadores pyme ¿es allí donde esta el mayor negocio de Clarín?
—La ley no está hecha para un grupo sino para todos. Se habla de Clarín porque es el que más excedido está de lo que la ley prevé. La ley dice que nadie puede tener más de 24 cables y Clarín tiene 240, nadie puede tener más del 35 por ciento del mercado y Clarín tiene el 60 por ciento. Y segundo, porque es el único que no quiere cumplir la ley y desafía los poderes del Estado y la democracia. En el caso del cable, en Argentina el 80 por ciento de los hogares lo tiene y Clarín posee el 60 por ciento, por lo tanto es donde claramente demuestran la concentración económica y mediática. Eso ya lo hicieron muchas veces fundiendo a los cables de las provincias para después comprarlos. El fútbol que tenían fue también una herramienta de dárselo a unos y quitárselo a otros para fundirlos, extorsionando a muchos en los pueblos. Como así también construyeron su poderío con negocios con la dictadura y en la década del 90. Es un grupo acostumbrado a establecer su poderío con los vínculos con el poder y usar eso también para condicionar a los poderes del Estado. Están acostumbrados a una Argentina donde se llamaba desde las oficinas de los CEOs de las corporaciones para decirles a los presidentes lo que tenían que hacer, o llamar a diputados y senadores y decirles lo que tenían que votar. No soportan que no mandan más y que desde el 25 de mayo de 2003 en adelante, entre otras cosas de las que funda Néstor Kirchner y el cambio de paradigmas, también está en recuperar la soberanía de la toma de decisiones políticas.
—¿Cómo está actualmente la aplicación de la ley, no sólo en lo que es la adecuación de las licencias?
—La aplicación avanza a pesar de Clarín. La ley tiene dos grandes ejes. Uno es el impulso a las herramientas comunicacionales con nuevas radios, canales, productoras de contenidos, tanto del mundo privado como del mundo público y las organizaciones comunitarias y sin fines de lucro, y se avanzó muchísimo. Esto también está atravesado por otro tema que la ley exige que es la producción de contenidos nacionales, locales e independientes, lo que impulsó la generación de nuevas productoras. Hay un impacto muy fuerte de la ley en el conjunto del país para expresar lo diverso, y que una persona que viva en Salta prenda la radio y no le digan si llueve o no en el Obelisco. Y también está este capítulo antimonopólico de la ley que dice que para garantizar la democratización de la palabra se necesita enfrentar la concentración mediática. Todas las empresas de la Argentina, menos Clarín, se presentaron a la adecuación voluntaria y está en marcha. La ley avanza a pesar del grupo Clarín.
—¿En el terreno político partidario cuál será la posición de Nuevo Encuentro en la provincia de Buenos Aires, donde ya enfrentaron a Daniel Scioli?
—Nuevo Encuentro es una de las fuerzas que componen el universo kirchnerista liderado por la presidenta de la Nación, y toda nuestra militancia y sus dirigentes estamos comprometidos con este proyecto nacional. Lo que va a hacer Nuevo Encuentro es lo que el proyecto nacional necesite y la presidenta disponga. En estos días se terminarán de resolver las estrategias electorales en las provincias.
—¿Cómo ve el debate político en la Argentina que parece reducido a si tiene más rating Jorge Lanata o Boca o River?
—Hay una desesperación de la oposición en Argentina, de esa derecha conservadora, y de todo el arco opositor que hoy está articulada por la agenda del grupo Clarín. Evidentemente no encuentran ninguna propuesta, ni capacidad de presentar una propuesta seria en Argentina, entonces esa desesperación la transforma en odio, en poner palos en la rueda y en querer convencer a los argentinos de que estamos mal, nos caemos, nos hundimos, que viene el apocalipsis, pero cuando salimos a la calle vemos todo lo contrario. Quieren vender una Argentina que no es para pincharnos el globo, para perforarnos en nuestros valores porque saben que la Argentina se puso de pie desde 2003, recuperó la autoestima, la esperanza, que tenemos futuro. Eso le duele a la oposición y es lo que quieren destruir, que volvamos a perder la esperanza. Es la única estrategia que tiene la oposición. Y del otro lado, lo que expresamos es un proyecto nacional, popular y democrático que puso a la Argentina de pie. Venimos a defender con alegría esta década ganada para seguir construyendo más décadas a favor del pueblo. Estoy convencido de que la mayoría cree que este es el proceso que hay que defender por lo que se hizo y por lo que falta.