Mientras Cambiemos consolida una bloque de 108 diputados nacionales, a los cuales podría anexarse Martín Lousteau y Carla Carrizo, la geografía parlamentaria del peronismo se presenta más difusa, aunque las piezas comenzarán a ordenarse en breve, con el recambio legislativo.
El Frente para la Victoria (FpV) es el espacio más aglutinante del peronismo y todo indica que lo seguirá siendo, aunque hay dudas sobre el destino de una decena de legisladores, como los sanjuaninos liderados por José Luis Gioja y algunos diputados nacionales electos por listas que llevan el sello de gobernadores justicialistas.
Con todo, el kirchnerismo calcula una tropa con un piso de 60 legisladores y un techo de 65, según deslizaron fuentes parlamentarias del FpV.
El bloque podría mantener su actual denominación (FpV-PJ) o mutar a la de Unidad Ciudadana. Pero esta última alternativa cotiza en baja ya que no sería del agrado de algunos legisladores peronistas que todavía no saben de qué lado de la raya se ubicarán en el Congreso.
Al acecho, el bloque Justicialista (BJ), con referencia en Diego Bossio, pretende fagocitar a los diputados dudosos del FpV, como también sumar a varios de los legisladores electos del interior del país que fueron colocados en las listas por sus respectivos gobernadores.
De hecho, esa bancada se presenta como de interlocución directa con la Liga de Gobernadores y pretende ampliar su radio de influencia asociándose en un interbloque con el menguante Frente Renovador (FR) y otras expresiones minoritarias del panperonismo.
Todos juntos podrían llegar a pisarle los talones al FpV en cantidad de diputados, disputándole presidencias en comisiones y otros cargos legislativos.
La idea es erigir un espacio en espejo al que preside Miguel Pichetto en el Senado nacional, con un perfil de "oposición responsable" que ayude al oficialismo a sacar leyes a cambio de gobernabilidad en las provincias.
En el FpV la terna para ser jefe de bloque es amplia, pero hoy por hoy las opciones parecen reducirse a dos: los ex ministros Agustín Rossi (Defensa) y Axel Kicillof (Economía).
En esa carrera el santafesino lleva la delantera, no sólo por sus sobrados pergaminos en la misma función (fue jefe de bloque entre 2005 y 2013) sino porque podría ser un dique de contención de eventuales fugas de legisladores peronistas más reacios a aceptar el liderazgo de un dirigente de La Cámpora.
Con línea directa con Cristina Fernández, Kicillof representa un rara avis dentro de la agrupación liderada por Máximo Kirchner, ya que se mueve con total autonomía y toma decisiones sin consultar nunca con la cúpula camporista.
Sin embargo, Rossi picó en punta cuando a comienzos de noviembre inició un peregrinaje por los despachos de diputados (actuales del FpV y electos por Unidad Ciudadana) en busca de los consensos necesarios que lo consagren como el futuro jefe del bloque kirchnerista.
Algunos de ellos ya le adelantaron su bendición, aunque está claro que la decisión por consenso que adopten los legisladores luego deberá ser refrendada por Cristina, con quien Rossi cultiva una buena relación.
Cerca de Rossi aseguran que el santafesino está con "muchas ganas" de asumir el reto y destacan que, cuando le tocó desempeñar ese rol, pudo adaptarse a contextos muy distintos: "No siempre fue un colchón de rosas, logró sacar leyes clave en momentos muy difíciles después de la 125, cuando el FpV no tenía mayoría y el Grupo A se abroqueló en contra".
La tercera vía es la del matancero Fernando Espinoza, a quien Cristina le reconoce el sacrificio de haber entregado el sello partidario a Florencio Randazzo durante las últimas elecciones, pero el desgaste que acumula por la interna en el PJ bonaerense lo dejarían fuera de la pelea.
En retirada luego de su pálido rendimiento en las elecciones intermedias, que lo dejaron sin banca, Sergio Massa delegaría en Graciela Camaño la mayoría de las decisiones del bloque del Frente Renovador, espacio que conservaría no más de 17 bancas.
Además del FR y el BJ, el rompecabezas del panperonismo incluye a Unión por Córdoba (5 integrantes), el Frente Cívico por Santiago (6), Peronismo para la Victoria (4), Frente Renovador de la Concordia (4), Compromiso Federal (4), Chubut Somos Todos (2) y algunos monobloques.
El FpV es el espacio más aglutinante del peronismo en Diputados. Y todo indica que seguirá siéndolo