El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, afirmó ayer que "la ley establece que deben ser cinco los jueces" del alto tribunal, mientras que su colega Carlos Fayt consideró que esa composición "sería deseable", al tiempo que ratificó que no está pensando en renunciar pese a sus 96 años de edad.
Sobre la discusión acerca de si hay que completar la vacante producida por la renuncia del vocal Eugenio Zaffaroni, Lorenzetti reiteró que "la ley establece que deben ser cinco jueces", y enfatizó que las decisiones al respecto "son de otros poderes del Estado", el Ejecutivo y el Legislativo, por lo que la Corte —recordó— "no puede opinar institucionalmente" del asunto.
"El presidente puede nominar o no (a un candidato) y nosotros no tenemos nada que decir. Y el Congreso lo puede aprobar o no", recordó Lorenzetti, e insistió con que en el máximo tribunal "si no cubren la vacante nosotros tenemos que trabajar igual, cualquiera sea la decisión de los otros poderes del Estado, porque tenemos que responder a la sociedad".
Por su parte, Fayt respondió con un "sí, sigo todavía", cuando se le consultó sobre si piensa permanecer en el máximo tribunal, y cuando se le repreguntó si tenía alguna fecha límite para dejar el cargo en la Corte, acotó: "Déjeme pensarlo todavía".
El juez también se pronunció a favor de que se elija un reemplazante para Zaffaroni, que anticipó que dejará la Corte a fin de año por llegar a los 75 años, al considerar que "sería deseable" que el máximo tribunal funcione con cinco miembros.
"No nos hemos reunido para resolverlo, si designamos uno nuevo o no" sostuvo Fayt, quien tras reconocer la facultad de la Casa Rosada para nominar al reemplazante de Zaffaroni, dijo: "Esperaremos a ver qué dice el gobierno".
Si bien admitió que el máximo tribunal podría funcionar con cuatro miembros, el juez manifestó que "sería deseable que sea como estamos originariamente, con cinco miembros" y "mantenerlo", con lo que también rechazó las propuestas para ampliar el número de integrantes de la Corte.
Desde el oficialismo, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, denunció el lunes un "acuerdo tácito" entre miembros de la Corte Suprema y la oposición "para impedir la designación" del reemplazante de Eugenio Zaffaroni, mientras que en el antikirchnerismo acusaron al Ejecutivo de "querer garantizar la impunidad" y reclamaron que sea "el próximo presidente" quien designe un nuevo miembro del alto tribunal.
En ese marco, tras disertar en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción, Lorenzetti rehusó responder al ministro coordinador del gobierno.
"Es una opinión del jefe de Gabinete. Nada que decir", sostuvo el titular de la Corte, tras lo cual comentó que en el tribunal que preside "estamos acostumbrados" a los dichos de altos funcionarios del Poder Ejecutivo.
A la polémica se sumaron en los últimos días los diputados nacionales por el oficialismo Diana Conti y Carlos Kunkel, quienes ratificaron la intención de impulsar a un jurista reconocido para ocupar el cargo que quedará vacante en la Corte y algunos rumores mencionaron a nombres ligados al radicalismo.
Sin embargo, el titular de la UCR, Ernesto Sanz, desmintió un eventual acuerdo con el kirchnerismo y coincidió con el macrismo "en que este es un gobierno que se está yendo", por lo que pidió postergar cualquier designación hasta después que asuma el próximo gobierno, en 2015.