El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, evitó responder las críticas de la presidenta Cristina Kirchner, pero señaló que la Justicia “es un poder del Estado, no un grupo abroquelado”, mientras siguen los rebotes por el fallo contra la reforma del Consejo de la Magistratura.
“Con mis colegas quedamos en que no íbamos a hablar, y yo no voy a hablar sobre el tema”, sostuvo Lorenzetti, quien además dijo que no había escuchado los discursos de la presidenta contra la Justicia, y remató: “No tengo nada que responder”. Sólo se limitó a señalar que “la Justicia es un poder del Estado, no es un grupo abroquelado”, y que ese poder “tiene que llevar tranquilidad”.
De esta manera rechazó las acusaciones de “corporativismo” que el oficialismo le viene dedicando al Poder Judicial, y sostuvo que “hay que ser sencillo y simple, si no la gente se pierde y tiene miedo”.
Durante el acto en Rosario por el Día de la Bandera, la presidenta, en un duro mensaje al Poder Judicial, remarcó que “no sería extraño” que a través de una cautelar “no se deje elegir presidente o legisladores”, e ironizó al señalar que en 2015 quería “ser jueza” para poder “tumbar todo” a través de una cautelar sin contemplar “lo que vota la gente”.
Además, dijo que siendo jueza “no pagás el impuesto a las ganancias. A todos los que están pensando en ser legisladores, gobernadores o intendentes les sugiero que replanteen sus ambiciones por algo más seguro. Y conseguite «un gil que sea presidente» para que te pague los sueldos, para que te haga los edificios, para que te mantenga al pueblo”.
Bajando el tono. Sin embargo, el representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, Hernán Ordiales, le bajó el tono ayer al conflicto entre el gobierno y la Corte al afirmar que ésta falló según su “convicción” y desestimó que la presidenta “esté enojada”.
Ordiales puso paños fríos al conflicto y consideró que con el fallo contra la elección de los consejeros “la Corte entendió que no era constitucional, y esa misma convicción se expresará cuando se expida sobre la ley de medios”.
El consejero evaluó que el proyecto de reforma del órgano encargado de designar y remover jueces “tendría que haberse hablando y consultado más, y posiblemente no haber intentado una sanción rápida, sin buscar consensos”.
“No creo que la presidenta esté enojada. Creo que está convencida de que tiene que haber un voto popular para elegir los integrantes del Consejo de la Magistratura”, estimó Ordiales.
Respecto de la actividad del Consejo de la Magistratura, Ordiales anticipó que “la semana que viene volverá a trabajar” y aseguró que “no está paralizado” sino que “tuvo un pequeño receso debido a la actividad legislativa”.