Una investigación periodística reveló en las últimas horas que la titular del PRO, Patricia Bullrich, mantuvo reuniones durante su gestión como ministra de Seguridad del Gobierno de Mauricio Macri con quienes fueron procesados por el juez federal Alejo Ramos Padilla por estar vinculados a una organización paraestatal dedicada al espionaje ilegal y la extorsión. Así fue publicado en base a un análisis de los registros de ingresos al Ministerio de Seguridad durante el macrismo.
Allí figuran las visitas al ministerio conducido entonces por Patricia Bullrich del falso abogado Marcelo D'Alessio; del exfuncionario Pablo Pinamonti; de los fiscales Carlos Stornelli y Juan Ignacio Bidone; del editor del diario Clarín Daniel Santoro, todos procesados por integrar o estar vinculados a una banda paraestatal dedicada al espionaje ilegal. También aparecen los dirigentes de confianza de Macri, Daniel Angelici y Mario Montoto, y tres jueces relacionados con el falso abogado.
Según investigó El Destape, las visitas ocurrieron “en momentos clave de las operaciones de espionaje ilegal” y de las causas abiertas contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y contra exfuncionarios de su Gobierno.
“Bullrich era junto con Gustavo Arribas y Silvia Majdalani la directora coronel de este ejército de persecución que comandaba Mauricio Macri”, opinó hoy el senador nacional Oscar Parrilli (FdT), al referirse también al director y subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante la gestión de Cambiemos.
Evaluó que la investigación “muy minuciosa confirma las reuniones, los ingresos, la existencia de un Estado mafioso” y aseguró que no le “llama la atención que Patricia Bullrich haga estas cosas”. Parrilli entendió que “es una prueba muy importante” para la causa que lleva adelante la jueza federal María Servini porque “hay fotos e imágenes que demuestran la cercanía y la relación de Patricia Bullrich con D'Alessio”.
El mes pasado, después de casi un año de trabajo, la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia presentó un informe en el que detalló el funcionamiento, entre 2015 y 2019, de un plan sistemático y paraestatal de espionaje político ilegal. Entre las víctimas, además de Fernández de Kirchner, figuraban también integrantes del macrismo, como Horacio Rodríguez Larreta, e incluso los familiares de los tripulantes del ARA San Juan.
“Se creó una estructura estatal paralela y clandestina: una verdadera organización mafiosa”, concluyó el informe, en el que se estableció que sectores de la AFI, del Ministerio de Seguridad, de la Justicia Federal, del Servicio Penitenciario, de la Policía de la Ciudad y de los medios de comunicación participaron de ese plan.
Parrilli reiteró que los informes conocidos hasta ahora “muestran cómo se concatenaban las llamadas telefónicas frente a cada hecho que sucedía (en el plano judicial y en la agenda mediática) y ahora están las visitas”.
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“No solamente hablaban por teléfono, sino que incluso se reunían para diagramar las estrategias y llevar adelante las acciones”, agregó el senador, quien definió a Bullrich como “violenta, intolerante y sin límites”.
De igual forma, el secretario de Justicia, Juan Martín Mena, consideró que Bullrich tenía un “rol de coordinación” en la “persecución judicial” durante la gestión de Cambiemos.
Mena planteó que “las reuniones con D'Alessio, con Bidone, con Santoro indican una coordinación por parte de Bullrich, un rol fundamental. ¿Cómo explica que se reunió con una banda que cometió delitos durante 4 años? Es una prueba más y fundamental de cómo se desplegó el aparato de persecución durante la última gestión”.
La información “revela y prueba” que “fue un plan ilegal comandando desde las más altas esferas de poder durante los cuatro años del Gobierno de Mauricio Macri”, analizó Mena, y juzgó que, en ese marco, “no resulta para nada casual el rol clave que tuvo Patricia Bullrich, entonces ministra de Seguridad, en esta persecución”.
A su vez, instó a Arribas y a Majdalani a “explicar porqué autorizaron las reuniones con la ministra de Seguridad y en el marco de qué investigación de inteligencia”, caso contrario, “Patricia Bullrich, al reunirse con los espías, habrá cometido el delito de práctica e inteligencia ilegal”.
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“Las notas son bastante descriptivas de cómo horas o días después de cada reunión surgían operaciones mediáticas que se transformaban inmediatamente en causas judiciales”, finalizó el secretario.
La investigación conocida en las últimas horas puso a Bullrich en el centro de las miradas, en una semana en la que fue desacreditada una denuncia suya por parte del laboratorio Pfizer, luego de que afirmó en el canal televisivo del diario La Nación que había habido un intento de soborno en la adquisición de vacunas de coronavirus con esa compañía.
Además de que sus dichos fueron considerados una “grave” injuria por el Gobierno, los socios políticos de Bullrich también tomaron distancia de la presidenta del PRO.