Mientras las fuerzas de seguridad provinciales y federales continúan con la búsqueda de los prófugos condenados por el triple crimen de General Rodríguez, el gobierno bonaerense removió la cúpula de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes tras reconocerse "fallas" en la investigación policial. También fue detenido un reconocido barrabrava al encontrársele armas de grueso calibre en su poder, en un allanamiento realizado a su domicilio en el marco de la pesquisa.
Un operativo por tierra y aire fue desplegado ayer para encontrar a Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Christian Lanatta, quienes se fugaron hace ocho días de la cárcel de General Rodríguez y ahora son buscados por Gendarmería, Prefectura y las policías Federal y Bonaerense.
En paralelo, el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Cristian Ritondo, decidió en las últimas horas el desplazamiento de los jefes de la DDI de Quilmes, después de que se revelara una presunta vinculación de oficiales de esa dependencia con los delincuentes.
Ritondo tomó esa determinación luego de que se cometieran "fallas en los procedimientos" para dar con los prófugos.
A su vez, el ministro puso en funciones al comisario mayor Daniel Cantarini, proveniente de la DDI de La Plata, para que sea uno de los encargados de llevar adelante los operativos de rastrillaje, en reemplazo del comisario mayor Marcelo Di Rosa
La decisión fue tomada dado que los vínculos policiales de los Lanatta y la red de complicidades en la zona sur serían clave para explicar la falta de resultados en la búsqueda, a una semana de la fuga.
Desde el gobierno bonaerense habían consignado dudas sobre el accionar de la Policía Bonaerense y relacionó la escasez de resultados concretos ya que los prófugos "tienen muchos contactos y muchos favores y se entremezcla mucho la política".
Ritondo había reconocido la posibilidad de que hubiera "sectores policiales que comparten data con este tipo de mafias en esas zonas del Gran Buenos Aires", al tiempo que aseguró que el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández "tiene mucho que ver con el submundo de Quilmes", por donde habrían pasado los delincuentes en los días recientes.
Sobre el megaoperativo de búsqueda, los agentes de las cuatro fuerzas llevaron adelante en las últimas horas 37 allanamientos que se centraron en el partido bonaerense de Berazategui, entre el Parque Pereyra Iraola y la zona de Villa España, Florencio Varela y Quilmes.
Los lugares apuntados son domicilios de personas que aparecen, de alguna u otra manera, vinculadas a los criminales por la causa por la que fueron condenados.
En tanto, el ex jefe de Hinchadas Unidas Argentinas, Marcelo Mallo, y su hija Brenda, fueron detenidos ayer en el marco de esos allanamientos.
A Mallo y su hija les encontraron en sus domicilios armas de grueso calibre y una picana eléctrica que no estaban registradas. No obstante, fuentes de la investigación admitieron que aún no habían surgido elementos que los vinculen con los prófugos.