La Sala I de la Cámara Federal porteña rechazó ayer sobreseer al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y precandidato presidencial, Mauricio Macri, en la causa por las escuchas telefónicas ilegales, en la cual continuará procesado y sometido a investigación. Una resolución que salió a la luz a tres semanas de las Paso (9 de agosto próximo) en las que el líder del PRO participará por la alianza Cambiemos.
Los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Freiler rechazaron el pedido de Macri para ser sobreseído, mientras que el juez Eduardo Farah votó por aceptar ese planteo.
Macri está procesado como integrante de una asociación ilícita que desde el Gobierno porteño realizó escuchas ilegales a distintas personas, entre ellas a su cuñado Néstor Leonardo.
El magistrado Norberto Oyarbide procesó en 2010 a Macri y, ese año, la misma Cámara ratificó la decisión, lo que dejó al precandidato presidencial al borde del juicio oral.
Pero el nuevo juez de la causa, Sebastián Casanello, decidió en marzo de 2014 enviar a todos los acusados a juicio oral (el ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge Fino Palacios, el espía Ciro James, el otrora ministro de Educación Mariano Narodowski y ocho personas más) aunque no a Macri, al considerar que restaban medidas de prueba en la causa, lo que fue avalado por la Cámara.
La defensa de Macri entendió que los resultados de las medidas realizadas eran satisfactorios para el jefe de Gobierno y pidió su sobreseimiento.
Esas medidas eran la declaración del ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, quien desvinculó a Macri de la designación de Palacios, señalado como ideólogo de las escuchas ilegales.
Las medidas incluyen el testimonio de Adrián Pelacchi, responsable de la firma AP Security SA, quien declaró que fue contratado por el empresario Franco Macri, padre de Mauricio, para investigar a Néstor Leonardo (cuñado del precandidato presidencial), y un exhorto a Estados Unidos para que The Ackerman Group LLC informe si prestó servicios para el líder del PRO.
La defensa de Macri presentó en la causa una declaración jurada del socio gerente de esa empresa, Emmanuel Ackerman, quien dijo que nunca tuvo relación con el precandidato presidencial.
Ballestero y Freiler rechazaron el pedido de sobreseimiento al entender que el exhorto debía cursarse a Estados Unidos "pues aún subsisten varios de los interrogantes allí formulados", sobre todo a "la función que Richard Ford (representante de The Ackerman Group en Brasil) habría prestado para la firma, la nómina de las personas que se habrían desempeñado en este país y la metodología utilizada para ello".
También rechazaron que la duración de la causa (iniciada en 2010) sea "irrazonable". Por su parte, Farah entendió que "no existe en la actualidad evidencia alguna que vincule penalmente a Macri con la actividad de la asociación ilícita acreditada en la investigación ni con las escuchas ilegales".