Un hombre armado con un revólver Magnum 44 quiso ingresar ayer a la Casa Rosada para ver al presidente Mauricio Macri, aunque la maniobra fue advertida por el personal de seguridad, que logró la detención del sospechoso. Se trata de Francisco Muñiz (36 años), quien tuvo en el pasado vínculos con el PRO en su ciudad natal, General Pinto, y que actualmente trabaja como artesano en los alrededores de la sede gubernamental.
La ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, afirmó que el sospechoso es "una persona que puede tener algún tipo de problema y, evidentemente, hay que hacerle análisis psiquiátricos". Y confirmó que tiempo atrás ese mismo hombre le envió al presidente un obsequio "un poquito extraño", ya que se trató de un hacha.
El hecho ocurrió a la mañana, cuando el hombre, que portaba un maletín plástico similar al que se utiliza para transportar herramientas, llegó a una de las entradas a la Rosada y dijo que tenía una reunión con Macri.
Al constatarse por parte del personal de seguridad de Balcarce 50 que la audiencia con el presidente no existía, se le dio el dato a los efectivos de la Policía Federal (PFA) que custodian la zona exterior para que lo detengan.
En tonces, el hombre arrojó el maletín por entre las rejas que bordean la Rosada y escapó del lugar, aunque los policías lo siguieron y lograron detenerlo en la boca de la línea A del subte, ubicada en Balcarce e Hipólito Yrigoyen.
Los expertos en explosivos de la Federal que revisaron el maletín hallaron en su interior un revólver Magnum 44 marca Taurus.
Según fuentes oficiales, Muñiz es un ex militante del PRO en su General Pinto natal (Buenos Aires), donde participó como candidato suplente en una elección.
Muñiz quedó a disposición del juez federal Ariel Lijo, quien ordenó que sea indagado hoy, acusado del delito de intimidación pública.
Paralelamente, ayer se registraron dos amenazas de bomba en la Rosada y otra en el anexo de la Cámara de Diputados.
El jefe de gabinete de Seguridad, Gerardo Milman, advirtió que, frente a casos de ese tipo, las fuerzas del orden habitualmente "consiguen ubicar a los responsables y terminan siempre en la Justicia".
También hubo dos amenazas de bomba en Balcarce 50 y otra en el anexo de Diputados