Los dos prefectos involucrados en el caso de la muerte de Héctor Febres fueron procesados con
prisión preventiva por homicidio triplemente agravado, mientras que la viuda y los hijos del
represor salen en libertad pero quedan procesados por encubrimiento agravado por el vínculo.
Fuentes judiciales confirmaron que la jueza de San Isidro Sandra Arroyo
Salgado resolvió el procesamiento con prisión preventiva de los prefectos Rubén Iglesias y Angel
Volpi, por homicidio triplemente agravado por concurso de dos o más personas, al considerar que
ambos no cumplieron sus funciones porque debían haber garantizado la vida de Febres.
Los tres familiares directos de Febres: su viuda, Stella Maris Guevara,
y sus hijos Sonia y Ariel, van a recuperar su libertad, aunque continuarán ligados a la causa por
haber sido procesados.
La jueza Arroyo Salgado resolvió la situación procesal de los cinco
acusados en la madrugada de ayer, luego de que Volpi ampliara su declaración indagatoria como él
mismo lo había solicitado.
El cuerpo sin vida de Febres fue encontrado el 10 de diciembre pasado en
su celda de una dependencia de prefectura naval en la zona del Tigre, y tras la autopsia se informó
que la causa del deceso fue la ingesta de cianuro.
Fuentes judiciales informaron que también la jueza aguardaba dos
pericias clave: una que apunta a determinar si Febres fue dopado las horas previas a su muerte,
mientras que la otra analiza el contenido de la computadora que utilizaba para determinar si fue
manipulada tras la muerte, ante la posibilidad de que contuviera información comprometida.
Los acusados fueron trasladados en la tarde del jueves a la sede de los
tribunales federales de San Isidro para ser notificados de la decisión de la jueza penal Arroyo
Salgado. Ingresaron a la sede judicial la viuda de Febres, sus hijos, y los dos prefectos que
estaban de custodia en la celda y a cargo del lugar de detención la noche en que fue hallado
muerto.
Los acusados estuvieron asistidos por los letrados de los prefectos y
por el abogado de la familia Febres, Claudio Casio, quien tomó la causa desde que la viuda y sus
hijos fueron imputados como sospechosos por el envenenamiento del represor.
Con relación a una información periodística que aseguraba que se habían
hallado restos de semen en el recto del represor, el defensor de la familia indicó que “se
trata de especulaciones”, y remarcó que “todavía no tuvieron contacto con
expediente” debido a que aún regía el secreto de sumario.
Febres fue hallado muerto en su celda el 10 de diciembre, cuatro días
antes de que se conociera el veredicto en el juicio que se le siguió por crímenes de lesa humanidad
cometidos en la Esma durante la última dictadura militar.