La jueza de instrucción de la 5ª nominación, María Luisa Pérez Vara, procesó a varios dirigentes sindicales y sociales rosarinos bajo la imputación de homicidio en riña agravado por el uso de arma de fuego, por la muerte de Héctor Cornejo el 3 de diciembre de 2008 frente al gremio Atilra (San Luis e Iriondo).
Entre los procesados figuran los ex dirigentes de la delegación local de Atilra, Hugo Vega y Edgardo Antonio Barbero; Carlos Ernesto Ghioldi –de la Asociación de Empleados de Comercio y uno de los impulsores del centro cultural La Toma– y Eduardo Guillermo Delmonte, coordinador de la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
Otros procesados son Angel Tardini y Raúl Alejandro Cazón; este último, un patovica que resultó detenido poco después del hecho bajo la presunción de que de su arma salió la bala que mató a Cornejo.
El asesinado Cornejo era parte de una gruesa columna de manifestantes que respondía a la conducción nacional de Atilra y que había llegado a la ciudad con la intención participar de un congreso que iba a deliberar en el gremio, como decían ellos, o de ocuparlo por la fuerza, como sostienen del lado de los ahora imputados.
En esa sede se parapetaron los dirigentes de Atilra Rosario, acompañados por referentes sociales y de otros gremios de la ciudad.
En la esquina de Iriondo y San Luis se produjo un violento enfrentamiento, conocido luego como “la batalla de Atilra”, en que murió Cornejo.
Cazón fue detenido algunos días después, luego de mantenerse un tiempo prófugo. Los dirigentes de Atilra Rosario y algunos de quienes los acompañaban quedaron complicados luego en la investigación, ya que un peritaje ordenado por la jueza determinó que uno de los proyectiles fue disparado por una de las armas que la policía secuestró dentro de la sede sindical.