La sesión plenaria del Consejo de Seguridad de la ONU decidió prorrogar la permanencia de la misión militar de paz de Naciones Unidas en Haití.
La sesión plenaria del Consejo de Seguridad de la ONU decidió prorrogar la permanencia de la misión militar de paz de Naciones Unidas en Haití.
La asamblea, que duró cuatro horas en la sede más importante del organismo, en Nueva York, estuvo presidida por el ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, quien ordenó las intervenciones de los 25 países presentes.
Al Consejo lo conforman los "cinco grandes" (EEUU, China, Rusia, Francia e Inglaterra) como miembros permanentes y derecho a veto, y otros 10 que van rotando, entre ellos Argentina. Además, otros 10 países hablaron ayer (sin derecho a voto) ya que envían militares a la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah).
En su discurso como representante del país, Rossi buscó sintetizar la tensión principal del debate —la permanencia o retirada del contingente militar— con un homenaje a Martin Luther King: "Sueño que algún día los valles serán cumbres y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada y se unirá todo el género humano".
El discurso "I have a dream" (Tengo un sueño), del que Rossi tomó un párrafo, fue pronunciado un soleado 28 de agosto, igual que ayer, pero de hace 50 años.
Además del "sueño" de Luther King, Rossi recordó que Argentina (tiene 573 hombres y mujeres en Haití) aportó planes para el desarrollo como el Pro Huerta, las Cantinas Escolares y la construcción y puesta en marcha de un hospital en un extremo de la isla que lleva el nombre de Néstor Kirchner y funciona desde junio pasado.
La introducción de la asamblea estuvo a cargo de Sandra Honoré, la nueva representante especial y jefa de la misión en Haití, quien fue nombrada el pasado 15 de julio por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Su presentación reconoció avances pero fue descarnada con las insuficiencias de la intervención. Que, entre otras cosas, trajo el incremento de delitos sexuales protagonizados por soldados de algunos países, aunque en ningún caso de Argentina.
Pobre de toda pobreza. Haití, el país más pobre de América y uno de los más pobres del mundo, tuvo en los últimos años 8.200 muertos y 660 mil afectados por el cólera. Un millón y medio de habitantes perdieron sus viviendas y abandonaron sus territorios luego del terremoto de 2010. En Haití no hay caminos, agua potable ni combustible, entre otras carencias. La catástrofe humanitaria se agravó en 2004, tras lo cual intervino la ONU.
Pero su catástrofe política viene de lejos. Por caso, François Duvalier, el sangriento dictador que se presume mató a unos 20 mil haitianos, se nombró a sí mismo presidente vitalicio en 1964. Y lo fue hasta el 1971, cuando murió.
Entre los 25 balances y perspectivas de la Minustah presentados ayer hubo un elemento común: el reclamo de regularización institucional en Haití ya que las autoridades locales vienen incumpliendo el compromiso de celebrar elecciones libres y constituir poderes republicanos transparentes.
Sin embargo hubo una buena noticia: Michael Martelly, presidente haitiano, envió finalmente anteayer un proyecto de ley al Senado para celebrar elecciones antes de fin de año y evitar así que el cuerpo se disgregue por caducidad de los mandatos.
Además de la inexplicable demora para llevar adelante el proceso democrático, la comunidad internacional ve con preocupación la insuficiencia en la creación de una fuerza policial profesional y numéricamente sustentable. Haití tiene hoy 10 mil policías, con el 80 por ciento concentrados en la capital, Puerto Príncipe. En las zonas rurales hay 2 policías cada 10 mil habitantes.
Hubo coincidencia en el conjunto de los representantes que ayer hablaron en la sala principal del Consejo de Seguridad que a causa de la presencia de la Minustah "el crimen y el delito han decrecido".
Historia y negocios. En el día histórico en que a un rosarino le tocó presidir la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU salió a la luz, además, una postura que busca hacer negocios en medio de la catástrofe humanitaria: España, Francia e Inglaterra, con matices, plantearon la necesidad de retirar los cuerpos de ingenieros militares (que son parte de la Minustah y trabajan en la creación de infraestructura vial, entre otras tareas) "para favorecer la inversión privada". El representante español habló de "garantías jurídicas para la inversión de sus empresas".
El representante de Haití reconoció que la permanencia de la Minustah "es discutida y rechazada por un sector político" de su país.
El plan del Consejo de Seguridad es, gradualmente, retirar la misión en 2016. Aunque está por verse si los objetivos planteados 12 años antes (en 2004) se habrán finalmente cumplido o no.