Cinco policías federales fueron pasados a disponibilidad por la ministra de Seguridad Nilda Garré tras ser procesados la semana pasada en la causa por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.
Cinco policías federales fueron pasados a disponibilidad por la ministra de Seguridad Nilda Garré tras ser procesados la semana pasada en la causa por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.
En tanto en tribunales uno de los detenidos por ese hecho pidió que se cite a declarar como testigo al intendente de Quilmes cuando comience el juicio oral en su contra.
Según informaron fuentes del caso, fueron pasados a disponibilidad quienes eran comisario de la división Roca, Jorge Ferreyra; el comisario a cargo del departamento de Control de Líneas, Luis Mansilla; el subcomisario de la seccional 30ª, Luis Garay; el de la Superindentencia Metropolitana, Luis Echavarría; y el principal de la Dirección General de Operaciones, Gastón Conti.
Todos fueron procesados junto al comisario mayor y ex jefe de la Superintendencia Metropolitana de la Policía Federal, Hugo Lompizano, separado del cargo en marzo pasado. La jueza de Instrucción, Susana Wilma López, los acusó por “abandono de persona, agravado por el grave daño a la salud”.
Paralelamente, el Tribunal Oral en lo Criminal 21 abrió la etapa de recepción de prueba, previa a poner fecha de inicio al juicio oral por el crimen de Ferreyra, en el que serán juzgados diez detenidos, entre ellos el titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza.
Uno de los procesados y sindicado como uno de los autores de los disparos que el 20 de octubre pasado causaron la muerte a Ferreyra y heridas graves a otros dos manifestantes, Cristian Favale, pidió al tribunal que cite como testigo en el futuro juicio al intendente de Quilmes, Francisco Gutiérrez.
El mandatario comunal fue quien acercó a la causa un testigo de identidad reservada que dijo que el disparo que mató a Ferreyra partió del arma de Favale. El supuesto barrabrava de Defensa y Justicia pidió además otras 69 declaraciones, la reconstrucción del hecho y una pericia balística del proyectil que hirió de gravedad a Elsa Rodríguez.
Ferreyra fue asesinado el 20 de octubre en el barrio porteño de Barracas cuando participaba como militante del PO de una protesta de trabajadores tercerizados del ferrocarril Roca que reclamaban ser incorporados a la planta permanente de la empresa. El grupo fue atacado por una “patota” -como definió la Justicia- de la Unión Ferroviaria, que la emprendió a balazos contra los manifestantes.