La federación nacional de trabajadores aceiteros cerró la paritaria para el año 2019 al acordar con las cámaras empresariales del complejo oleaginoso llevar a $ 43.822 el salario inicial desde 1º de enero próximo. El acuerdo, que incluye una cláusula de revisión en julio, representa un aumento del 40 por ciento respecto del haber básico que percibieron hasta este mes los trabajadores del sector y del 75 por ciento si se lo compara con el sueldo de marzo de este año. Se pactó también un ajuste de $ 4.377 pesos (14 por ciento) en el salario de diciembre, un bono de fin de año de $ 33.734 y un aumento del pago por presentismo.
"Este logro es consecuencia de la construcción cotidiana de una organización gremial que ejerce y promueve la democracia sindical, que defiende los derechos de sus representados utilizando todas las herramientas disponibles, y que plantea y practica la solidaridad de clase", señaló la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) en un comunicado. Por las empresas, firmaron los representantes de Ciara, Ciavec y Carbio.
El nuevo acuerdo lleva el salario básico inicial a $ 43.821,83 a partir del 1° de enero de 2019 y hasta el 31 de diciembre de 2019, con cláusula de revisión en julio. Además, se revisó el acuerdo salarial vigente para 2018. Así, el salario básico de diciembre de 2018 pasó de $ 31.250 a $ 35.627,50.
"Con este acuerdo se aseguró que ninguna trabajadora ni trabajador aceitero perciba un salario inferior a lo necesario para que su familia vida dignamente", señaló el gremio que conduce Daniel Yofra.
El salario inicial en marzo de 2018 era de $ 25.000 y a partir de enero será de $ 43.821,83.
En mayo, el gremio y las patronales acordaron llevar el salario inicial a $ 29,750, aplicado en forma retroactiva a enero. En agosto se firmó una revisión que elevó ese piso a $ 31.250. En diciembre sube a $ 35.627.
Ayer se acordó también una suma no remunerativa correspondiente al año 2018 de $ 33.733,75 que se abonará en enero de 2019. Se trata de un bono que se acuerda todos los años desde 2010, y que la federación imputa como participación en las ganancias. Este año esa gratificación incluye el bono de $ 5 mil decretado por el gobierno.
El planteo del gremio se basó en el derecho a un salario mínimo, vital y móvil según su definición en el artículo 14 bis de la Constitución y artículo 116 de la ley de contrato de trabajo. Esto es, que asegure a los trabajadores "alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión".
El reclamo fue reafirmado en el congreso nacional aceitero y demotador realizado en noviembre.
"Reafirmamos que el salario mínimo, vital y móvil según su definición legal es un derecho de toda la clase trabajadora", señalaron desde la federación.
También llamó a las organizaciones gremiales a "avanzar en conjunto contra toda forma de precarización, flexibilización y tercerización".