Funcionarios del gobierno nacional y diputados nacionales del Frente de Todos (FdT) rechazaron las críticas de la oposición al proyecto de ley de envases. Y aclararon que la iniciativa no crea “un nuevo gravamen” sino que se trata de una tasa ambiental que tendrán que pagar aquellas industrias que elaboren envases que no se puedan reciclar.
Se trata de una iniciativa que el oficialismo de la Cámara baja nacional buscará aprobar la semana próxima, junto a otros proyectos pendientes.
La propuesta generó fuertes controversias con los sectores de la industria y de la oposición, que adelantó su rechazo al texto impulsado por el Poder Ejecutivo al advertir que incluía la creación de un nuevo gravamen.
La diputada nacional del FdT Daniela Vilar respondió a las críticas al considerar que el texto “ya tuvo todo el rebote del lobby empresarial y mediático”. Y afirmó que “lo que dicen de la tasa es mentira, se va a acordar y no superará el 3 por ciento por envase, no por producto”.
“Si las empresas no quieren pagar la tasa, tienen que generar envases retornables o reciclables”, explicó Vilar, para luego agregar que “la ley incorpora el principio de responsabilidad extendida de los productores”.
“En todo el mundo las empresas se hacen responsables del impacto ambiental que generan sus envases”, sostuvo y advirtió que la Cámara de Comercio de Estados Unidos “es la que hace lobby contra el envase con inclusión social”.
Vilar dijo, además, que “las empresas quieren que la disposición final de los envases quede entre privados y que no haya regulación del Estado”.
En tanto, el diputado nacional del FdT Itai Hagman detalló que el proyecto “busca resolver el problema con un doble objetivo: a través de la tasa variable al productor, desincentivar el uso de los envases más contaminantes”.
Hagman afirmó que el segundo objetivo “tiene que ver con financiar el sistema de reciclado que llevan adelante los recicladores urbanos, que es muy importante porque genera puestos de trabajo y permite, además, generar un insumo muy importante para la industria”.
A su turno, el secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación, Sergio Federovisky, indicó: “El objetivo es que, si un productor coloca un producto en el mercado, debe hacerse responsable cuando este se convierta en residuo”.
Objeciones
En la vereda opositora, el diputado nacional del radicalismo Gustavo Menna (integrante de las comisiones de Presupuesto y de Recursos Naturales) rechazó el dictamen de mayoría.
En sintonía se manifestó su par por Santa Fe Luciano Laspina (Juntos por el Cambio, JxC), quien habló de “un mal proyecto”.
“Es un impuestazo. No es una tasa, porque no se contempla una contraprestación, con lo cual es un impuesto de asignación especifica”, sentenció Laspina acerca de la iniciativa oficial.