La pelea entre el presidente saliente Cristina Fernández y el jefe de Estado electo Mauricio Macri por la organización del cambio de mando dejó a Juan Carlos Pallarols en el medio de un tironeo.
La semana pasada, un funcionario de ceremonial llamó al orfebre para exigirle "de mala manera" que le entregara el bastón, bajo amenaza de "enviar a la Policía Federal", si no lo hacía en tiempo y forma.
El pedido de disculpas posterior no fue suficiente, el artesano mira con asombro los tironeos entre Cristina Fernández y Mauricio Macri sobre cuál debe ser el escenario en el debe realizarse la entrega de los atributos. "Si hay acuerdo, dejaré el bastón donde me digan; si no, iré a Luján y se lo llevaré a la Virgen", advirtió Pallarols en declaraciones a FM Blue. "Espero que eso inspire a todos", apuntó algo contrariado.
La gente de Cambiemos tiene claro que el fastidio es importante y se movió para tratar de contener al artista, que reveló: "Hablé con Gabriela Michetti y me preguntó si le daba la oportunidad de intentar solucionarlo".
Lo que dejó en claro Pallarols es que no va a entregar su obra hasta no asegurarse "de que sea tratada con el debido respeto". A pesar de las especulaciones de los últimos días, el bastón de mando está en su poder.
Al ser consultado sobre dónde debería realizarse la ceremonia, fue contundente: "Creo que en la Casa Rosada; históricamente siempre se hizo ahí, yo llevaba el bastón al Salón Blanco de la Casa de Gobierno".
La misma práctica se mantuvo hasta que asumió Néstor Kirchner. "En el 2003, como de costumbre llevé el bastón a la Casa Rosada y me dijeron que el traspaso era en el Congreso", recordó el orfebre, que en 2015 lo único que pide es que se pongan de acuerdo para saber qué debe hacer.