El juez federal Norberto Oyarbide rechazó los pedidos de excarcelación de los hermanos Sergio y Pablo Schoklender, detenidos el jueves pasado acusados por el desvío de fondos públicos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
El juez federal Norberto Oyarbide rechazó los pedidos de excarcelación de los hermanos Sergio y Pablo Schoklender, detenidos el jueves pasado acusados por el desvío de fondos públicos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Oyarbide, quien firmó la resolución a última hora del viernes, compartió los argumentos del fiscal federal Jorge Di Lello, quien se había opuesto a la excarcelación ante la cercanía de un eventual juicio oral, pero también por la gravedad del delito y por posible entorpecimiento de la investigación que pueden provocar los Schoklender al estar en libertad, confirmaron fuentes judiciales.
Ahora, los hermanos Schoklender tienen la posibilidad de presentar una apelación ante la Sala I de la Cámara Federal, la misma que les concedió la excarcelación en julio pasado, luego de que pasaran detenidos unos 50 días por orden de Oyarbide.
La decisión del juez se conoce luego de que éste resolviera citar como testigo a la titular de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, para el próximo 26, mientras que pidió la declaración indagatoria de la ex ministra de Economía Felisa Miceli, a quien habría acusado de haber estado a cargo de algunos actos administrativos en la organización.
Eduardo Fachal, abogado de Bonafini, consideró ayer "correcto" que la titular de Madres de Plaza de Mayo haya sido citada a declarar en la investigación por presunto desvío de fondos públicos y consideró que la referente de derechos humanos es una "víctima" en la causa.
"Quedó claro en toda la instrucción que Bonafini confió primero en Sergio Schoklender, después en su hermano Pablo, y en la gente que llevaron a trabajar y ocuparon puestos clave", justificó Fachal.
El abogado reiteró que "no hubo aumento patrimonial de Bonafini y sí de los imputados" que estaban a cargo de la administración de la organización y subrayó que su defendida "no tenía los conocimientos técnicos para estar al frente de la fundación, por lo que designó a un apoderado".
En tanto, el abogado de Pablo Schoklender, Pablo Slonimsky, cuestionó la medida judicial porque —sostuvo— "interesaba escuchar a Bonafini antes de que el juez resuelva, pero ahora la citan después de que el juez resolvió".
El jueves pasado Oyarbide dictó otros 41 procesamientos sin prisión preventiva y dispuso la "falta de mérito" de 22 imputados, entre ellos Alejandra Bonafini, hija de Hebe, imputada por la compra irregular de inmuebles con presunto dinero de la fundación.
Como prestar un auto. Sobre la responsabilidad de Bonafini en el millonario fraude al Estado, el fiscal Di Lello dijo hace unos días que no había ninguna prueba contra ella. "Hebe tiene mucho que ver con que Schoklender haya estado en la Fundación de las Madres: lo halagó, lo trató como a un hijo; se adoraban ambos. Pero eso no la convierte en parte del desvío de fondos", afirmó el funcionario, quien puso como ejemplo el caso de un padre que le presta el auto a su hijo. "Supongamos que el hijo choca y mata a alguien. Si el homicidio es a causa de una conducta ilícita del hijo, la responsabilidad es de él y no de quien le prestó el auto", dijo.
El fiscal aseguró también que en la investigación no se advirtió ninguna "alteración en el modo de vida" de Bonafini, ningún enriquecimiento ni "ninguna otra conducta extraña".
Bonafini fue quien acercó a Sergio Schoklender a las Madres. Cuando éste dejó la cárcel tras cumplir la condena por el asesinato de sus padres, ella lo adoptó "como un hijo". Tiempo después le confió el manejo económico de la fundación.
A juicio del fiscal, es posible que Bonafini tenga "responsabilidades de otro tipo", pero no penales, por lo sucedido, dados "su descontrol, su confianza y su desconocimiento". Di Lello dijo que ella "tiene una personalidad muy especial, muy lanzada y una avanzada edad".