La presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a generar una fuerte
polémica. Tras anunciar la derogación del decreto de necesidad y urgencia del Fondo del
Bicentenario, le informó a la Asamblea Legislativa que firmó otro DNU para usar reservas del Banco
Central para pagar los vencimientos de deuda de 2010.
Ante los legisladores, la presidenta anunció la derogación del DNU 2010 por el
que había ordenado crear el Fondo del Bicentenario, que desató una fuerte crisis institucional y
que derivó en la salida de Martín Redrado de la presidencia de la entidad monetaria.
A su vez, la mandataria especificó que otro decreto, simple, habilitará el pago
a organismos multilaterales de crédito por más de 2.000 millones de dólares.
Lo hizo después de atacar directamente a la oposición por haber "judicializado"
aquella crisis con sus planteos en contra del DNU.
"He derogado el decreto 2010 del Fondo del Bicentenario porque el grado de
judicializacion alcanzado había desnaturalizado absolutamente facultades que son propias de los
poderes Legislativo y Ejecutivo", exclamó la presidenta. El auditorio estalló en un aplauso.
"Hemos afectado 4.187 millones de dólares de las reservas, conformando una
comisión bicameral integrada por ocho senadores y ocho diputados, para que sigan, vigilen y
controlen cada uno de los pagos que se efectivizan con esas reservas", explicó.
En contra de lo que se esperaba, y que habían hecho trascender voceros
oficiales, no hubo alusiones a la posibilidad de que el pago de la deuda con reservas se resuelva a
través de una ley y sorprendió con los nuevos decretos.
Antes, Cristina había sido directa en sus críticas a la oposición. "Nunca que
perdí una votación fui a ver a un juez o a demandar a la Justicia para que me diera los votos que
no pude conseguir en este recinto. Creo en serio en la división de poderes", lanzó.
La distinción entre "el país real" y el "país virtual y mediático" fue el leit
motiv del discurso de Cristina ante la Asamblea Legislativa con el que dejó abierto el 128º período
de sesiones ordinarias del Congreso.
A partir de esa dicotomía, la presidenta criticó reiteradamente a los medios,
cuestionó a la oposición, pidió jueces independientes y reforzó el reclamo por las islas
Malvinas.