Silvia Ciccone, hija del fallecido Héctor Ciccone, ratificó ayer en la Justicia que su padre se reunió en 2010 con el vicepresidente Amado Boudou (por entonces ministro de Economía) para negociar el levantamiento de la quiebra de la imprenta familiar, versión que ya había dado su hermana mediante la presentación de un acta.
La mujer, que declaró como testigo, ratificó el encuentro de su padre con Boudou ante el juez federal Ariel Lijo, a quien también le aseguró que ella participó de un encuentro, en el hotel Hilton, con José María Núñez Carmona, socio y amigo íntimo de Boudou, informaron fuentes judiciales.
Silvia es hermana de Graciela Ciccone, quien el martes presentó un acta en el que su padre dejó por escrito que la mañana del 1º de septiembre de 2010 se reunió con su hermano Nicolás Ciccone, Boudou y Núñez Carmona en el bar I Fresh Market de Puerto Madero.
"En dicha reunión se hablaron y trataron temas vinculados con la negociación de nuestra empresa familiar. El señor Amado Boudou manifestó que el señor José María Núñez Carmona era de su máxima confianza y que «la cosa iba a cambiar», a lo que el dicente solicitó protección para la familia y que se acabara con la hostilidad que la empresa y la familia venían sufriendo desde hacía ya varios años", sostiene el acta.
Silvia Ciccone, ex directiva y accionista de Ciccone, ratificó en la Justicia ayer la existencia de esa reunión y dijo que la conocía porque se la había relatado su padre.
La mujer declaró que días después del encuentro de su padre con Boudou en Puerto Madero hubo otro en el Hotel Hilton, del que no participó el vicepresidente.
En esa reunión estuvieron Silvia, su prima Olga Ciccone, Guillermo Reinwick, Pablo Amato (ambos yernos de Ciccone) y Núñez Carmona y Alejandro Vandenbroele, titular de The Old Fund (la empresa que se quedó con la imprenta Ciccone), en el que también se dialogó sobre el estado de la compañía.
La testigo también ratificó un dato aportado por su hermana Graciela el pasado martes: que en un encuentro en el estudio del abogado Maximiliano Rusconi, además de los Ciccone estuvo Vandenbroele, quien permanentemente salía de la oficina y se contactaba por teléfono pidiendo instrucciones.
"En una reunión —dijo la testigo— estaba toda la documentación preparada como para que la firmáramos; yo sentía una gran presión de parte de Núñez Carmona para que firmara, cosa que no iba a hacer si mi padre no estaba de acuerdo", declaró la mujer.
En medio de la declaración, la defensa de Boudou pidió a Lijo que suspendiera la testimonial al considerar que la mujer se estaba autoincriminando, pero el planteo fue rechazado.
La defensa de Boudou viene reclamando la nulidad de las testimoniales que ya brindaron Guillermo Reinwick; el suegro de éste, Nicolás Ciccone, y ahora intentó en plena audiencia frenar la declaración de Silvia al advertir que podría estar autoincriminándose por ser parte de la maniobra que se investiga.
Tanto en el caso de Ciccone como de Reinwick, el fiscal Jorge Di Lello pidió que sean llamados a prestar declaración indagatoria, pero el juez hasta el momento adoptó otro criterio, pues no sólo los consideró testigos sino que además les otorgó el rol de querellantes.
Ayer también estaba prevista la declaración de Máximo Lanusse, vicepresidente de Ciccone tras la llegada de Vandenbroele a la firma, pero fue suspendida porque el fiscal Jorge Di Lello lo acusó y pidió su indagatoria.
Chismes y chicanas. Tras la declaración de Graciela Ciccone, Boudou había dicho que el acta que presentó la mujer era "trucha" y sostuvo: "Cuando yo sepa bien qué es lo que se me imputa, qué es lo que se me acusa, voy a poder defenderme de verdad. Son todos chismes y operaciones mediáticas, pero ninguna cosa concreta".
Boudou está acusado del delito de negociaciones incompatibles con la función pública por haberse interesado por la situación de la empresa para que supuestamente quede a cargo de allegados a él. Di Lello pidió la indagatoria de Boudou, Núñez Carmona, Vandenbroele, Nicolás Ciccone, otros miembros de la familia y del titular de la Afip, Ricardo Echegaray, por considerar que se interesaron indebidamente en la maniobra.
La defensa de Boudou objetó el acta de Héctor Ciccone presentada por su hija porque el escribano Carlos Alberto Luaces declaró que nunca certificó ningún documento de ese tipo y que sólo hizo en los últimos años certificaciones de firmas, fotocopias y la sucesión de la abuela de la familia.