Los gobiernos de Argentina y Uruguay deberán presentarse mañana nuevamente ante la Corte
Internacional de La Haya, cuando será el turno de Buenos Aires de presentar nuevos elementos de
prueba que avalen su denuncia sobre la presunta violación del Tratado del Río Uruguay por parte del
vecino país.
Por otra parte, la Asamblea Ambiental de Colón levantó ayer el corte
que, como cada fin de semana, había iniciado a las 19 del sábado, a la vez que la organización
Concorvida, de Concordia, retomó las tareas de concientización de los automovilistas que cruzan
entre esa ciudad y la uruguaya de Salto, en rechazo de la instalación de pasteras en el río
Uruguay.
Concordia no ha logrado en las últimas semanas cortar la ruta 015, que
lleva al puente Salto Grande, impedido por Gendarmería, que custodia el accionar del pequeño grupo
de asambleístas.
El reparto de volantes en esa zona se llevó a cabo al mismo tiempo que
en Gualeguaychú se realizaba un “antorchazo”, en coincidencia con el Día Mundial de la
Globalización.
Por otra parte, el grupo de la Cancillería argentina, encabezado por la
embajadora Susana Ruiz Cerutti, deberá presentarse mañana en La Haya para exponer lo que se
denomina “réplica”, una etapa procesal que será seguida por la “dúplica” de
Uruguay, para lo que este cuenta con plazo hasta el 29 de julio próximo.
Argentina llevó a Uruguay a la Corte de La Haya el 6 de mayo de 2006,
por considerar que violó el Tratado que administra el río fronterizo, al conceder autorización
unilateral a las empresas Botnia y Ence para instalarse sobre ese curso de agua.
Según trascendió, mañana Argentina ratificaría sus argumentaciones
anteriores sobre lo que considera una violación a ese estatuto y agregaría información según la
cual Uruguay habría vuelto a transgredirlo, a pesar de que la Corte recomendó a ambas naciones que
“cumplan de buena fe los procedimientos de consulta y cooperación previstos” en la
reglamentación bilateral vigente.