El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confirmó ayer que, luego de su histórica visita a Cuba, llegará a la Argentina los próximos 23 y 24 de marzo para mantener su primera reunión con su par Mauricio Macri, sobre quien la Casa Blanca destacó que "quiere empezar un nuevo capítulo de mejoradas relaciones" bilaterales.
"Siguiendo el viaje del presidente a Cuba, él y la primera dama Michelle Obama viajarán a la Argentina", informó la Casa Blanca a través de un comunicado para confirmar la visita, lograda hace diez días luego de intensas negociaciones a cargo de la canciller Susana Malcorra.
La agenda del mandatario estadounidense en Buenos Aires aún no está definida, aunque coincidirá con el Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, jornada declarada feriado nacional inamovible durante la Presidencia de Néstor Kirchner y en la que habrá una importante movilización a la Plaza de Mayo para homenajear a los miles de desaparecidos de la dictadura.
Fuentes oficiales señalaron al respecto que la fecha del viaje fue fijada por Washington, puesto que está atada a la histórica visita de Obama a Cuba el 21 y 22 de marzo, la primera de un mandatario norteamericano a la isla desde 1928.
El gobierno estadounidense subrayó, en tanto, que la Argentina es "un país con un nuevo presidente, que quiere empezar un nuevo capítulo de mejoradas relaciones con Estados Unidos", luego de años de tensión con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
"El presidente va a profundizar los esfuerzos para incrementar la cooperación entre nuestros gobiernos en un amplio rango de áreas, incluyendo comercio e inversiones, energía renovable y cambio climático, y seguridad ciudadana", subrayó el comunicado.
Agregó que el presidente Obama y su familia se reunirán con Macri para "discutir su agenda de reformas" y reconocer "sus contribuciones a la defensa de los derechos humanos en la región".
"Han pasado casi dos décadas desde la última visita enfocada en lo bilateral por un presidente estadounidense a la Argentina, el tercer país más grande de América latina", completó el texto oficial.
La agenda internacional del líder demócrata para el próximo mes fue confirmada por el asesor de la Casa Blanca adjunto de Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas y Discursos, Ben Rhodes, quien resaltó que la "apertura a Cuba también ha creado nuevas posibilidades para los Estados Unidos en Latinoamérica".
Apertura. "Nuestra apertura a Cuba también ha creado nuevas posibilidades para los Estados Unidos en Latinoamérica, una región que solía oponerse uniformemente a nuestra política hacia la isla y que ahora le da la bienvenida a nuestro nuevo comienzo", señaló el funcionario de la Casa Blanca.
De hecho, la visita de Obama será la primera de un titular de la Casa Blanca en once años: el último mandatario norteamericano en pisar suelo argentino había sido George W. Bush en 2005, cuando estuvo 36 horas en el país y participó de la IV Cumbre de las Américas realizada en Mar del Plata que enterró el proyecto del Area de Libre Comercio de las Américas (Alca).
En esa ocasión, sin embargo, no hubo una reunión bilateral con el entonces presidente Néstor Kirchner: el último encuentro mano a mano fue octubre de 1997, cuando el demócrata Bill Clinton fue recibido por el peronista Carlos Menem.
Ahora, con la llegada de Obama, el vínculo bilateral reforzará el cambio que le imprimió el líder del PRO a partir de su desembarco en la Casa Rosada, tras varios años de cortocircuitos en los gobiernos kirchneristas.
Macri ya había recibido varios gestos de parte de Estados Unidos, que entre otras cosas anunció que levantaría su veto a los créditos para la Argentina de parte de los organismos internacionales y había enviado también a dos funcionarios del área política y comercial.
La visita se anuncia, además, en momentos en que el gobierno de Macri negocia con fondos especulativos y otros acreedores para poner fin al multimillonario juicio por la deuda en default desde 2001.
La agenda de la visita no está definida y podría ser de Estado como la que hará el mandatario francés Francois Hollande la semana próxima que incluye visitas a la Corte Suprema y el Congreso, indicaron fuentes oficiales.
La tensa relación con los Kirchner
La última visita oficial de un presidente estadounidense había sido protagonizada por George Bush en noviembre del 2005, cuando asistió a la recordada Cumbre de las Américas de Mar del Plata, en la que la mayoría de los países latinoamericanos rechazaron el Alca, el acuerdo de Libre Comercio que impulsaba el país norteamericano.
Desde entonces, las relaciones entre el gobierno argentino y la Casa Blanca se tensaron y llegaron, por momentos, a niveles de hostilidad.
Los cortocircuitos escalaron con la llegada de Cristina Kirchner al gobierno, ya que a los pocos días de haber asumido surgió la crisis por la valija de Guido Antonini Wilson.
En verdad ese fue el primero de una serie de conflictos bilaterales; otros fueron la interrupción del avión militar estadounidense por parte del entonces canciller Héctor Timerman hasta la acusación velada de Cristina Kirchner a Estados Unidos cuando afirmó en medio de la crisis por la muerte del fiscal Alberto Nisman: "Si me pasa algo, miren al Norte".
Recién en septiembre 2009 se produjo la primera foto entre Cristina Kirchner y Obama cuando ambos mandatarios concurrieron a la Cumbre del G20 realizada en Pittsburgh, Estados Unidos, en el marco de la crisis internacional que deprimió las principales economías del mundo y provocó coletazos en los países emergentes.
En noviembre del 2010 se produjo el segundo encuentro de la entonces presidenta argentina con Obama, en ocasión de una nueva edición de la Cumbre del G20 celebrada en Corea del Sur.
En noviembre del 2011, durante la Cumbre del G20 de Cannes, la mandataria argentina y el presidente de la primera potencial mundial sostuvieron un encuentro bilateral donde limaron asperezas y brindaron una conferencia de prensa conjunta para relanzar la relación bilateral, en el mejor momento de los lazos diplomáticos entre ambos países de la era Kirchner.
El cuarto encuentro, que cristalizó en una nueva reunión bilateral, ocurrió en abril del 2012, en el marco de la Cumbre de las Américas de Cartagena, y en medio de fuertes tensiones comerciales por las medidas de suspensión de los beneficios arancelarios para las exportaciones argentinas, que fue correspondido por el gobierno argentino a través de una política de restricción de importaciones provenientes del país del norte.
A partir de entonces, las relaciones entre los dos países entraron en un espiral de deterioro.
En noviembre del 2015 se produjo la última foto entre ambos jefes de Estado, en el marco de la Cumbre de las Américas que se llevó a cabo en Panamá, donde la ex mandataria argentina se despachó con un incendiario discurso en contra de Estados Unidos y a favor de Cuba y Venezuela.