En la cortísima semana que sucederá a los feriados de carnaval, la Casa Rosada se propone sacar del Congreso la media sanción en Diputados por el cambio en el régimen jubilatorio para el Poder Judicial y el Servicio Exterior y terminar de redondear la sanción completa, en el Senado, de la llamada “ley de góndolas” (recinto del Senado, próximo viernes). Tras cartón, el 1º de marzo, el presidente abrirá la Asamblea anual en el palacio, y pondrá a rodar otro ciclo de sesiones ordinarias. Donde, como un esgrimista, Alberto Fernández debería anticipar definiciones políticas, aunque sin malograr la tensa e incierta trama de negociaciones por la deuda externa.
En el caso de que prospere la iniciativa del Ejecutivo nacional, los “intocables” del sistema judicial, jueces y parte que declinaron pagar impuestos a las ganancias por sus salarios, verían menguados en un ocho por ciento promedio sus jubilaciones.
Ya la ex presidenta Cristina Kirchner, en 2012, intentó cambiar el régimen jubilatorio de privilegio e incluir el pago del impuesto a las ganancias. Pero los jueces arguyeron el concepto de “intangibilidad”, y todo siguió como entonces. Hasta hoy.
No serán días de acuerdo político ni de discursos amigables. La oposición de Juntos por el Cambio (JxC) se apresta a rechazar el proyecto de recorte jubilatorio a los jueces. Arguye cuestiones leguleyas y constitucionales, pero como en todo lo que sucede en el palacio, la controversia es netamente política.
El nuevo gobierno se muestra empeñado en darle una nueva forma a la pirámide socio-económica que conforma el universo de jubilados en la Argentina, mejorando la posición relativa de la base desfavorecida, y en detrimento del poco numeroso vértice superior de la escala. En contrario, JxC trajina una idea con pretensión de sentido común: el que aportó durante su vida laboral que cobre lo mejor posible, y los que obtuvieron una jubilación mínima, con pocos o ningún aporte, que sigan participando. Porque el momento de beneficiarlos no debería ser ahora, piensan en voz alta en el frente electoral que perdió las últimas elecciones.
Alberto Fernández quiere una pirámide baja, con su base numerosa, modestamente dignificada, y con una cúpula achatada. Lo contrario a la concepción geométrica de pirámide espigada, que impulsó y en parte concretó el gobierno de Mauricio Macri. Al cabo, la publicitada “reparación histórica” fue precisamente eso: el 20 por ciento de las jubilaciones más altas conservaron su capacidad de compra ante la furia inflacionaria de 2015 a 2019. Mientras que el 80 por ciento restante perdió al menos 20 puntos contra la inflación de la era Cambiemos.
El próximo miércoles, por la mañana, en Diputados, se conformará la comisión de Previsión y Seguridad Social, con su nuevo elenco versión 2020. La presidencia recaerá en el entrerriano Marcelo Casaretto, del oficialista Frente de Todos (FdT). Concretado el paso formal, y sin parar ni a tomar un vaso de agua, la nueva comisión se juntará en plenario con Presupuesto (que ya fue constituida), discutirá y en el mismo día sacará dictamen favorable del proyecto del Ejecutivo que propone cambios en el “Régimen jubilatorio para magistrados y funcionarios del Poder Judicial y Ministerio Público de la nación”. Luego, en la misma ley, también se irá por el régimen jubilatorio “para los funcionarios del Servicio Exterior de la Nación”.
Dictamen
Con unas pocas horas de sueño, el dictamen irá al recinto el jueves 27 de febrero. En el oficialismo aseguran que los 130 votos y algo más —entre propios, aliados permanentes y también de ocasión—, que ataron en el acuerdo político original para constituir la “nueva” Cámara en la era de Alberto y Cristina, estará aceitado e intacto para conseguir la media sanción.
En conversación con La Capital, el diputado rosarino Germán Martínez (FdT) analizó: “Cuando votamos por unanimidad la ley para renegociar la deuda —primera semana de febrero— todos sabíamos que de ahí en más coincidir con JxC sería difícil. En el FdT valoramos el debate interno, las coincidencias, la cohesión de todos los sectores y los acuerdos con otros bloques más pequeños que nos van a acompañar durante toda la trayectoria compleja que atraviesa la Argentina”. Con cerca de 15 años de experiencia en negociaciones parlamentarias — acompañando al ex jefe de bloque kirchnerista Agustín Rossi— ,Martínez (ahora diputado) confía en la efectividad política de las nuevas formas de conducción consensuada del bloque oficialista.
El proyecto que se someterá desde el próximo miércoles en plenario de comisiones, busca dejar claro que la pretensión de estabilizar la macroeconomía no es un tema ajeno a las prioridades del gobierno nacional. Entre los fundamentos puede leerse: “Debe advertirse que el creciente déficit que exhibe el sistema previsional —alcanzó en los últimos años valores cercanos a los DOS (2) puntos porcentuales del Producto Bruto Interno (PBI)— impone la necesidad de tomar medidas conducentes a la corrección”.
Siempre según el proyecto de unas 20 páginas que el Ejecutivo le hizo llegar al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el pasado 14 de febrero, la Casa Rosada se propone “reducir las inequidades existentes en el sistema previsional, en buena parte originadas por regímenes especiales cuyas reglas de acceso y determinación de los beneficios han consolidado verdaderos sectores de privilegio”.
En el frente opositor buscarán en las próximas horas afinar los mejores argumentos para intentar detener o disminuir la velocidad de la avanzada oficialista. Dudan si salir a la “publica” a defender jueces que cobran un promedio de cerca de 300 mil pesos mensuales de jubilación, unos 18 mil en todo el país, incluyendo a su vez una cúpula de unos mil jueces que ven depositados en sus cuentas 770 mil pesos todos los meses.
Sin embargo, JxC no duda sobre el eje de combate político que nunca abandonará: el de la defensa de un sistema judicial que — en especial en la Justicia federal— articuló con sus intereses para acorralar al kirchnerismo, y en especial a la figura de la ex presidenta. JxC denunciará “apriete” de la Casa Rosada a los jueces por el lado de la quita en las jubilaciones. Aunque, se sabe, la adversidad política de JxC no es por algunos millones más o menos para una minoría de argentinos.
Entre tanto, y por ahora, los jueces, casta superior, difusa herencia de un orden monárquico previo a la Constitución nacional, quedarán en medio de los fuegos cruzados del debate político.