El diputado kirchnerista Héctor Recalde volvió a negar que Hugo Moyano evalúe renunciar a su cargo de secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) al asegurar que "no piensa dar un paso al costado". Sin embargo, una ola de versiones que ponían en duda la continuidad del camionero al frente de la central sindical inundó ayer el mundillo político.
"Hablé con Moyano hoy (por ayer); hablo todos los días con Moyano, no piensa dar un paso al costado, al contrario piensa continuar en un momento tan importante para los trabajadores porque se está por discutir el salario vital y móvil", afirmó Recalde, abogado de la CGT.
Luego remarcó que "institucionalmente" el líder del gremio de los camioneros "tiene mandato hasta junio del año que viene" al frente de la central obrera y rechazó los planteos del titular de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, quien habló sobre la posibilidad de suceder a Moyano.
Lescano, dirigente de uno de los gremios enfrentados con Moyano, volvió a criticar al jefe de la CGT y planteó que José Pedraza (ferroviario) y Juan José Zanola (bancario), ambos bajo arresto por causas de alto impacto, son en realidad "presos políticos". Lescano es el mismo dirigente que en las últimas horas echó a rodar las versiones sobre un supuesto alejamiento del camionero de la conducción de la central obrera. "Está cansado y desgastado. Me dijeron que se quiere ir después de las elecciones de octubre", había dicho el jueves.
Presos políticos. Lescano no ocultó su malestar por las situaciones de Pedraza, el jefe de la Unión Ferroviaria preso por el asesinato del militante del PO Mariano Ferreyra, y Zanola, detenido en el marco de la causa por la llamada mafia de los medicamentos.
"Hay que investigar a todos. La Justicia tiene que actuar. En la actualidad hay dos compañeros presos, que para mí son dos presos políticos en democracia. Zanola y Pedraza son dos presos políticos", disparó Lescano en respuesta a una consulta sobre las causas judiciales que involucran a los sindicalistas -entre los cuales está Moyano-, como la de los remedios y la de supuesto lavado de dinero que tramita la Justicia en Suiza.
En ese marco, Lescano volvió a arremeter contra el camionero y a sugerir que debería ser reemplazado antes de junio del año próximo, cuando vence su mandato.
Obsesión de poder."Moyano estaba obsesionado por el poder. Fue nombrado por Néstor (Kirchner) como vicepresidente del PJ bonaerense y, con lo que pasó con (Alberto) Balestrini, terminó como presidente", recordó Lescano.
Aunque reconoció que Moyano "Ahora está un poco de costado", sostuvo que "no está bien que la CGT esté tan cerca del gobierno como está con Moyano. El favoritismo evidente con el gobierno nacional no corresponde en absoluto porque para eso la CGT tiene a las 62 Organizaciones Peronistas".
En tanto, el secretario general del gremio de peones rurales, Gerónimo Venegas, aseguró que "hay que esperar que se termine el mandato" de Moyano en la CGT para luego "unificar al movimiento obrero" y definir a su sucesor.
El dirigente duhaldista reconoció que la salida de Moyano de la central obrera "es lo que se viene hablando", pero ante la consulta aclaró que "todavía no hay nada concreto".
Respecto de que Lescano sea el reemplazante de Moyano, Venegas advirtió que eso sería como "cambiarle el collar al perro", porque "estos van a seguir apoyando al gobierno nacional". "No se va a cambiar la CGT en su forma", acotó Venegas, cuyo sindicato integra la central obrera disidente, denominada CGT Azul y Blanco, que lidera el gastronómico Luis Barrionuevo.
Venegas remarcó también que "Moyano ha sostenido a este gobierno nacional durante ocho años" y consideró que sin su explícito respaldo el modelo del oficialismo kirchnerista "no hubiera llegado a donde se encuentra hoy".
El ausente
“Hay muy mal ambiente contra Hugo Moyano en la Casa Rosada. El domingo ni siquiera fue a votar, aduciendo que tenía una gripe, y recién llamó a la presidenta de la Nación para felicitarla por los resultados tres días después del domingo”, reveló ayer a La Capital un referente nacional del kirchnerismo, reflejando el malestar.