Con las primeras y todavía leves sensaciones de alivio que otorga el inicio de la vacunación contra el Covid-19 a gran escala, el oficialismo empieza a animarse en Diputados a impulsar temas no consensuados con la oposición, incluso en el límite de sus fuerzas numéricas, y con resultado incierto. Luego de tres semanas, la Cámara baja será mañana escenario de otra intensa sesión.
Entre los temas confirmados figuran la llamada ley de zonas frías, que implicará una rebaja de entre 30 y 50 por ciento en las tarifas de gas para unos 4 millones de familias que habitan determinadas zonas de media docena provincias, incluida Santa Fe.
También está el Consenso Fiscal, una modificación clave a las políticas del macrismo -aprobadas en 2017-, en el sentido que les impide a las provincias aumentar sus deudas externas en dólares y les permite restablecer Ingresos Brutos y Sellos, que, entre otros, estaban en vía de extinción.
Asimismo, pasarán por el recinto, entre otras, las leyes de cupo laboral trans y de equidad de representación de géneros en los servicios de comunicación audiovisual.
Expectativa
Pero la máxima tensión se centrará en la llamada ley pandemia, que tendrá tratamiento a primera hora de la mañana en un plenario de comisiones de Asuntos Constituciones y de Salud, de manera presencial. El oficialismo se juega a obtener dictamen sobre el mediodía, aunque es pura incertidumbre si ese debate llegará de inmediato al recinto.
Sólo si se alinean los planetas el Frente de Todos (FdT) podría incluirlo a último momento, pidiendo una nueva sesión especial inmediatamente posterior a la ya convocada, o emitiendo una nueva resolución que modifique y amplíe el temario. Con un agravante, todo en simultáneo a la reunión de Labor Parlamentaria, prevista para las 14.
La ley, que llega con media sanción del Senado, establece parámetros para la apertura y cierre de actividades en las distintas regiones del país, de acuerdo a los valores de contagios y ocupación del sistema de salud. Y busca superar la controversia que sufrió el presidente Alberto Fernández cuando fue la propia Corte Suprema de Justicia la que terminó por darle la razón a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) sobre la presencialidad o no de los alumnos en las escuelas.
Si el oficialismo llega a tiempo con su dictamen de mayoría, e intenta sumarlo al debate en el recinto, Juntos por el Cambio (JxC) dará su batalla mediática y política, buscando bloquear el quórum.
El FdT trabaja para juntar el puñado de voluntades necesarias para poner la sesión en marcha, mientras que JxC ya avisó que armará la escena de denuncia sobre una presunta ilegalidad de llamadas “facultades delegadas” que los gobernadores cederían a la Casa Rosada.
Escenario
Fuentes oficialistas contaron a La Capital que la decisión de sacar dictamen para la ley pandemia en la mañana previa a la sesión debe entenderse como una oportunidad operativa: la participación de los diputados de cuerpo presente en Buenos Aires, con los hisopados negativos vigentes, posibilitaría resolver un tema pendiente para el oficialismo.
Hay que recordar que, al no contar con el apoyo del vicepresidente de la comisión cabecera (Asuntos Constitucionales), la fuerza mayoritaria de la Cámara baja se ve obligada dictaminar sólo en reuniones presenciales de diputados.
La validez de los dictámenes firmados por diputados remotos sólo se admite cuando el presidente y el vice de la comisión están de acuerdo en tratar determinado dictamen. No será el caso de la ley pandemia.