“Me siento mal y tan estafado como el resto”, dijo a La Capital el diputado
provincial Norberto Nicotra al ser consultado sobre por qué designó, en 1991, como empleado de la
Defensoría del Pueblo a Jorge Andrés Barba Cabrera, señalado como uno de los torturadores de la
patota de Agustín Feced.
“Por supuesto que firmé esa designación del mismo modo que lo hice
con los otros 110 empleados que ingresaron a la institución. Pero jamás supe que 15 años antes
había cometido semejantes hechos aberrantes. No lo supe yo ni las otras personas que ingresaron a
la Defensoría en ese momento, como la licenciada Viviana Della Siega, una reconocida militante por
los derechos humanos, o Héctor Superti, actual ministro de Justicia. Me siento tan estafado como
ellos”, relató el ex ombudsman.
“He leído que el torturador Tigre Acosta sigue cobrando una
pensión del Estado. Y aún debe haber muchos de ellos pasando desapercibidos como pasó con Cabrera,
que estuvo en la mesa de entradas de la Defensoría, sin que nos percatáramos de su pasado”,
justificó Nicotra.