La Matanza y el peronismo parecen unidos desde siempre. Más que el movimiento
político que domina ese territorio del Gran Buenos Aires, el peronismo constituye una definición
estética en la Matanza, una cultura originaria; y el Mercado Central, un templo ritual para el
peronismo. Allí, por tercera vez consecutiva, el kirchnerismo cerró ayer su campaña con discurso
final de Néstor Kirchner y la presencia de Cristina Fernández.
Un escenario de casi 100 metros, pantallas gigantes, con todo el gabinete
nacional y provincial, y unas 15 mil personas detrás de las vallas. Como en 2003 y 2007, Kirchner
volvió a cerrar su campaña en territorio de Alberto Balestrini.El vicegobernador y candidato
testimonial a diputado provincial dio su discurso antes que Daniel Scioli y Kirchner. En referencia
a la lista de Francisco De Narváez, Balestrini dijo: "Ellos tienen de peronistas lo mismo que yo
tengo de astronauta".
Luego, y en el discurso de cierre, Kirchner les pidió 5 veces a los votantes que
cuando estén rumbo al cuarto oscuro "se tomen la oreja y escuchen". Se refería al ruido del
helicóptero, en referencia al final del gobierno de Fernando de la Rúa.
Kirchner retomó sus clásicos de las últimas semanas, como su pelea con Clarín.
"Hablan de libertad de prensa pero actúan como un partido político", fustigó. La respuesta tronó:
"Tomala vos, damela a mí, el que no salta es de Clarín", coreó el público.
Néstor aprovechó la brecha que se abrió en las últimas 48 horas en la alianza de
Unión-Pro acerca del espíritu privatizador y luego supuestamente estatizador de Mauricio Macri y
Francisco De Narváez. También confirmó que asumirá, "por los compañeros que no están, la banca como
la honra más grande de mi vida".
El palco principal estuvo habitado por los 35 candidatos a diputado del Frente
Justicialista para la Victoria, aunque 4 de ellos (Nacha Guevara, Daniel Scioli, Sergio Massa y el
propio Kirchner) ocuparon la primera fila, de cara a la gente, en cuyo centro se ubicó la
presidenta, Cristina Fernández, tomada en muchos primeros planos, en vivo, y proyectada a pantalla
gigante.
El intendente de la Matanza, Fernando Espinoza, abrió el acto con un discurso
aguerrido. Como en años anteriores, y a modo de cábala, repitió su consejo sobre cómo ir a votar el
domingo: "Caminando hasta la escuela, despacio, con tiempo y silbando la marchita".
Antes del final, Kirchner le puso un marco de epopeya a la cita del domingo:
"Como en el 46, el 73 y el 2003, la voluntad de ustedes será inquebrantable". Se refería al clima
adverso a esas elecciones, las que ganó el PJ.
Sobre el final del discurso de Kirchner hubo papelitos y el pegadizo hit de
campaña: "Compañero, por todas tus conquistas / los días más felices siempre fueron peronistas/"
dice, en sus primeras frases, el tema "Compañero", de Bebe Mauro y Julián Madreotti.
Antes de volver a Olivos, Cristina disfrutó del rito del contacto directo con el
pueblo: recorrió las vallas, besó y se abrazó con todos.