"Nadie sabe bien qué tamaño tiene el caso Odebrecht en el país"

El fiscal federal Federico Delgado advirtió ayer que "nadie sabe bien qué tamaño tiene el caso Odebrecht en la Argentina", aunque resaltó que tiene "la historia más o menos contada" en dos presuntos hechos de corrupción vinculados a la constructora brasileña.

"Logramos con mucho trabajo y un poco de suerte, como siempre en la vida, demostrar cómo funcionó ese mecanismo de Odebrecht en la Argentina en al menos dos obras, en las plantas potabilizadoras en Berazategui y Tigre", sostuvo el integrante del Ministerio Público Fiscal.

En diálogo con Radio Nacional, Delgado señaló que durante la investigación lograron "demostrar cómo el dinero pasaba de Brasil a Uruguay y de ahí a la Argentina para parar en los bolsillos del Ministerio de Planificación".

En ese sentido, lamentó que la Justicia no pueda acceder a los testimonios de arrepentidos en Brasil porque el vecino país "exige algunas condiciones que aún no se cumplen, pero eso se está negociando a nivel del Poder Ejecutivo".

Pese a esa imposibilidad, el fiscal federal contó que "la fuente de toda la información fueron los teléfonos de (el ex secretario de Obras Públicas) José López que se secuestraron aquel día que revoleaba los bolsos" a un convento del partido bonaerense de General Rodríguez, el 14 de junio de 2016.

"Repasamos todo lo que López habló con sus teléfonos en los años 2008, 2014 y 2015. Repasamos llamado por llamado, los fuimos cruzando con algunas pistas e hicimos un mapa en el que aparecían los mediadores, en este caso el señor (Jorge Corcho) Rodríguez y sus socios, la gente de Odebrecht en Argentina y los integrantes del Ministerio de Planificación", añadió.

Ante ello, Delgado estimó que tiene "la historia más o menos contada", aunque advirtió: "Yo creo que falta mucho más y nadie sabe bien qué tamaño tiene el caso Odebrecht en la Argentina, salvo la propia Odebrecht".

Finalmente, al ser consultado sobre si se debe dictar la prisión preventiva contra Corcho Rodríguez, sindicado como intermediario en el presunto armado de corrupción, respondió: "Eso lo tiene que decidir (el juez federal Sebastián) Casanello".

"Más que preso, lo que sería importante es hacer un juicio rápido", concluyó.