Los máximos representantes del radicalismo junto al jefe de la CGT Azopardo, Hugo Moyano y dirigentes del barrionuevismo, coincidieron ayer en expresar su "gran preocupación" por la inflación, el salario y el empleo en la Argentina, y exhortaron a la Casa Rosada a salir del "encierro" para superar la "crisis económica, política y social que vive el país".
"El gobierno, al pretender ponerle techo a las paritarias, quiere hacer el ajuste a costa de los trabajadores y eso no es posible", advirtió el líder camionero al salir del encuentro que encabezó el titular de la UCR, Ernesto Sanz, en la sede del comité nacional de la Capital Federal.
Acompañado de Julio Cobos y los jefes de los bloques legislativos de la UCR, Mario Negri y Gerardo Morales, Sanz habló de una "reunión muy positiva" y de "grandes coincidencias" con los sindicalistas con quienes, dijo, acordaron trabajar juntos desde el Congreso y otros ámbitos para "contribuir" a mejorar la marcha del país.
Si bien el moyanismo contaba con la presencia del jefe de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, en el encuentro con los radicales, el dirigente gastronómico volvió a pegar el faltazo, tal como lo hizo la semana pasada en el cónclave de los sindicalistas opositores con el líder del FAP, Hermes Binner, aunque en su representación estuvo el dirigente Carlos Acuña (estaciones de servicio).
"Nos preocupa lo que está ocurriendo con la economía en su conjunto y, especialmente, con el empleo y el salario en la Argentina, que son las dos variables que más están sufriendo los avatares de una economía que ha tenido saltos abruptos como el de la devaluación, pérdida de competitividad y pérdidas de empleo", alertó el jefe del comité nacional de la UCR.
El cónclave se enmarcó en la serie de reuniones que el sindicalismo viene realizando con algunos de los máximos referentes políticos y principales candidatos presidenciales, como fue el caso del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y Binner.
Por la parte del centenario partido participaron también el diputado Ricardo Alfonsín y el secretario general de la Organización de Trabajadores Radicales (OTR), Jorge Astone.
Del lado sindical asistieron, además de Moyano y Acuña, Gerónimo Momo Venegas, Julio Piumato, Abel Frutos, Guillermo Pereyra, Juan Carlos Schmid y Horacio Valdez, entre otros.
Al término de las conversaciones, se emitió una declaración conjunta en que políticos y gremialistas manifestaron su "gran preocupación por el efecto de la inflación, que ya no solo continúa deteriorando el salario real de los trabajadores, sino que comienza a horadar el nivel de actividad económica, llevándonos a una recesión insólita y con la inevitable destrucción de empleo".
El texto señala que todos los dirigentes hicieron "un llamamiento al diálogo, a que el gobierno escuche y salga de su encierro que tan malos resultados le está dando al país, y que el Indec deje de ocultar los datos de la canasta alimentaria básica y de pobreza e indigencia".
Luego, en diálogo con la prensa, Moyano dio más detalles. "Con los radicales tuvimos muchas coincidencias en el diagnóstico de lo que pasa en el país y en lo que estaríamos dispuestos a hacer a partir de la conformación de grupos que aporten para salir de esta crisis económica, política y social que vive el país", contó.
Consultado sobre si habían terminado los tiempos en que el sindicalismo tenía resquemores hacia la UCR, y viceversa, el dirigente cegetista respondió: "Con el radicalismo siempre estuvimos ni tan, tan ni muy, muy: ni tan lejos ni tan cerca; nadie puede negar que éste es un partido centenario respetado por toda la sociedad", concilió.
El gremialista insistió en que "la situación económica ha sufrido un ajuste, una inflación bastante desbordante, bastante preocupante, por lo menos, y el gobierno al querer poner techo en las paritarias quiere que el ajuste lo paguen los trabajadores y esto no es posible".
Alfonsín trazó comparaciones
El diputado Ricardo Alfonsín consideró ayer que “no se puede comparar” el final anticipado del mandato de su padre, el fallecido ex presidente Raúl Alfonsín, con la situación actual del gobierno, al afirmar que antes había “una oposición que actuó de una forma bastante destructiva” y un movimiento obrero que fue “utilizado como herramienta contra la UCR”. Sin embargo, reconoció que “los actores económicos intentan influir en los gobiernos”.