El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, opinó este lunes sobre la ley de interrupción voluntaria del embarazo que se debatirá el jueves en la Cámara de Diputados de la Nación y que ya cuenta con media sanción del Senado. En ese sentido dijo que en caso de que la norma sea aprobada, la argentina “será una sociedad más egoísta, menos inclusiva y de descarte”.
Martín anticipó que la sesión que se llevará adelante desde el jueves en la Cámara baja para discutir la legalización del aborto, la primera de carácter presencial en este año dominado por la pandemia, presentará “un debate difícil y arduo", y añadió: "Hace dos años ganó la postura a favor (del aborto) por pocos votos y en esta ocasión probablemente se de el mismo resultado. Eso es lamentable. Y no nos afecta a nosotros como Iglesia, sino que afecta a la sociedad, que será menos inclusiva, que descarta”.
En declaraciones al programa “El primero de la mañana” que se emite por LT8, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en Rosario mencionó como ejemplo que “en España han disminuido muchos chicos down, ¿por qué ? Porque los abortan antes. Tenemos una sociedad más eugenésica, más para los perfectos y no para los que tienen alguna dificultad. Vamos a ser una sociedad más egoísta, menos inclusiva y descarte.”
Al momento de defender la posición de la Iglesia, Martín negó que la interrupción voluntaria del embarazo termine con los abortos clandestinos. “Que haya una ley de aborto no implica que cesen las prácticas ilegales. Ocurre lo mismo con el juego. Está la actividad legal, pero también la ilegal. Se quiere solucionar un drama agregando otro drama. No se puede eliminar a un ser humano. No eliminamos un repollo. No sacás un pedazo de cuerpo. Matás a otro ser. Está demostrado por la ciencia, porque es un ADN distintos del padre y de la madre. Eso es objetivo, no es una cuestión dogmática, ni de prejuicio. Es un dato de la ciencia confirmado”, señaló.
Aborto legal, debate presencial
El proyecto de ley de legalización del aborto será la primera iniciativa la Cámara de Diputados nacional debatirá este año en el recinto en forma presencial, el jueves y el viernes próximos, aunque los legisladores que no puedan concurrir al cuerpo por integrar los grupos de riesgo podrán participar de la discusión en forma remota.
Desde marzo pasado, el plenario legislativo funciona con un sistema mixto, con una mínima presencia de diputados en el pleno del recinto y una mayoría en forma remota, debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
En cambio, los proyectos de legalización del aborto y el Plan de los 1.000 Días serán tratados en forma presencial en una misma sesión que se iniciará el jueves a la mañana y, se estima, finalizará el viernes a la tarde.
El presidente de Diputados, Sergio Massa, acordó en la medianoche del viernes pasado con los jefes de bloque un nuevo protocolo hasta el 3 de enero para el funcionamiento de las sesiones y comisiones.
Se prevé que en la primera sesión entre 50 y 60 por ciento de los diputados estará presente en el recinto y en los palcos superiores, según un esquema ideado para garantizar el distanciamiento social entre los legisladores, que deberán tener el barbijo puesto durante toda la reunión del pleno del cuerpo.