El jefe del Ejército, teniente general César Milani, pidió su "pase a retiro efectivo" por "razones estrictamente personales", luego de haber sido en los últimos años eje de fuertes críticas de la oposición y de enfrentar causas judiciales por supuesta violación a los derechos humanos durante la última dictadura y enriquecimiento ilícito.
La noticia fue informada por el Ejército Argentino mediante un comunicado en el que detalló que Milani "ha presentado su pase a retiro efectivo por razones estrictamente personales". La decisión pareció haber tomado por sorpresa al gobierno, ya que el ministro de Defensa, Agustín Rossi, debió suspender una conferencia de prensa que tenía previsto brindar en la tarde de ayer junto al presidente del Parlasur.
Posteriormente, la cartera castrense comunicó que la presidenta Cristina Kirchner aceptó el pedido de retiro efectuado Milani, y designó como nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército al general de división Ricardo Luis Cundom.
El designado jefe militar se formó en el arma de Infantería, a diferencia de su antecesor que hizo carrera en Inteligencia, pero había ascendido al grado de general cuando Milani asumió como jefe del Ejército. Cundom es uno de los hombres de más confianza del funcionario saliente, y hasta ahora se desempeñaba como comandante operacional del Estado Mayor Conjunto. Anteriormente Cundom se había desempeñado como jefe del Comando de Aviación del Ejército.
Milani había quedado en una delicada situación a partir de que se iniciara una investigación judicial en su contra por presuntos delitos de lesa humanidad cometidos en La Rioja y Tucumán, durante la última dictadura, al tiempo que tambi én enfrentaba denuncias por enriquecimiento ilícito, más allá de que hasta el momento no ha sido procesado en ninguna causa.
También era destinatario de duras críticas de la oposición, que lo acusaba de estar a cargo de presuntas tareas de "espionaje interno" para vigilar a dirigentes políticos y funcionarios judiciales, luego de que la presidenta Cristina Kirchner experimentara problemas con la ex-Side.
La Justicia de Tucumán investiga a Milani por su supuesta vinculación con la desaparición del conscripto riojano Alberto Ledo, ocurrida en 1976 en esa provincia, y por la cual el mes pasado la hermana de Ledo pidió avances en la causa y que el jefe del Ejército fuera citado a declarar.
Además, enfrenta una causa por el secuestro y tortura de Ramón Olivera y su padre, quien quedó hemipléjico a raíz de los tormentos recibidos en una cárcel de La Rioja.
El mes pasado, un nuevo testigo de esta causa, un ex periodista del diario riojano El Independiente, Oscar Schaller, aseguró ante la Justicia que el jefe del Ejército fue quien los interrogó a él y a su padre al ser secuestrados en 1976.
Schaller complicó la situación de Milani, al señalar que era quien lo interrogó antes de ser liberado del Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja.
En la Capital Federal, el juez Daniel Rafecas sigue adelante con una investigación por presunto enriquecimiento ilícito en contra de Milani, a raíz del crecimiento en su patrimonio.
Por otro lado, era acusado por dirigentes de casi todo el arco opositor de ejercer un espionaje interno, desde la dirección general de Inteligencia del Ejército que controlaba desde 2007.
En 2013, el abogado Ricardo Monner Sans hizo una presentación judicial por este tema, basada en una denuncia del senador radical Gerardo Morales, y se dispuso un allanamiento en el séptimo piso del Edificio Libertador, aunque finalmente no se encontraron los equipos con los cuales se desarrollaba el supuesto espionaje.
En aquel año, otro senador opositor, Fernando Pino Solanas, había recurrido a la Justicia para denunciar a Milani por "supuestas actividades de inteligencia interior que usaría el general Milani", pero el juez Rafecas la desestimó.
El ascenso de Milani fue objetado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), que preside el periodista Horacio Verbitsky, mientras que la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, había pedido llevar a fondo las investigaciones para saber si el militar era responsable o no de delitos.
Hebe, a favor. La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en cambio, siempre dijo "creer" en la declaración de inocencia de Milani. Ayer, añadió que "Nilda Garré y Néstor Kirchner" no se lo hubiesen presentado, si hubiese sido el "malo de la película". Según Bonafini, la acusación contra Milani de haber participado en la represión fue "inventada" por Nora Cortiñas (de Madres-línea Fundadora) y el periodista Jorge Lanata.