Con el faltazo a la Casa Rosada, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, amplificó ayer su diferenciación de la administración de Alberto Fernández. Aunque en la decisión del rafaelino de no acompañar el pedido de juicio político a los cuatro integrantes de la Corte Suprema de Justicia nacional parecen tallar más las razones personales que las políticas.
El primer indicio del posicionamiento santafesino sobre el fallo de la Corte a favor de la ciudad de Buenos Aires por la coparticipación lo había otorgado días atrás la ministra de gobierno provincial, Celia Arena, al afirmar: “Seguimos sosteniendo la necesidad de un reparto más equitativo de los recursos y de un verdadero federalismo que tenga en cuenta a cada provincia. Después, obviamente, es potestad del presidente tomar esas definiciones y enmarcarlas”.
El propio Perotti salió a reclamar una nueva ley de coparticipación, al tiempo que planteó que “el centralismo hizo mucho mal a Argentina”. Sin embargo, consumada la reivindicación pública del federalismo, y frente a la movida pergeñada por el Ejecutivo nacional, para el gobernador no hay justificación que sustente el avance directo sobre los integrantes del máximo tribunal, en especial su presidente, el santafesino Horacio Rosatti, y el rafaelino Ricardo Lorenzetti.
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El gobernador Perotti viene acrecentando sus diferencias con el jefe del Estado.
Foto: Archivo / La Capital
De hecho, apenas el primer mandatario habló de recusar a los magistrados de la Corte por su resolución sobre la coparticipación, Perotti había advertido: “Uno no puede estar a favor de un fallo cuando lo favorece y en contra cuando hay alguno que no le gusta”.
“Buena parte de los fundamentos de la última resolución de la Corte toma lo que Santa Fe, Córdoba y San Luis argumentaron, y fueron favorecidas en una instancia de contienda contra la Nación”, rememoró el mandatario provincial.
El distanciamiento entre la Casa Gris viene de menor a mayor: a fines de noviembre pasado, con críticas a la agenda que acordó el bloque del Frente de Todos (FdT) en Diputados de la Nación, el perottista Roberto Mirabella se había bajado de una sesión convocada para discutir una larga lista de temas, entre ellos la moratoria jubilatoria y la creación de ocho nuevas universidades estatales, que finalmente cayó por falta de quórum.
Las diferencias entre Perotti y Fernández detonaron con la fallida intervención de la Casa Rosada en Vicentin, el gigante cerealero en default desde el cierre de 2019, y continuaron respecto de las políticas agropecuarias.
A su vez, y de cara a unas elecciones por primera vez signadas por la polarización a nivel provincial, Perotti (mentor del espacio interno denominado Hacemos Santa Fe) apuesta a ampliar las bases del oficialismo con un frente que incluya a aliados históricos, pero sume a otros espacios afines.