Mientras la mayoría de los dirigentes y espacios políticos atraviesan zona de turbulencia, Marcelo Lewandowski planea hacia 2023 fuera del radar electoral y se toma su tiempo para definir en qué pista aterrizará.
Por Mariano D'Arrigo
Foto: Héctor Río / La Capital
Con viento a favor, Marcelo Lewandowski maneja los tiempos y vuela fuera del radar electoral.
Mientras la mayoría de los dirigentes y espacios políticos atraviesan zona de turbulencia, Marcelo Lewandowski planea hacia 2023 fuera del radar electoral y se toma su tiempo para definir en qué pista aterrizará.
“Marcelo está enfocado en el Senado y entiende que no es momento de hablar de candidaturas, está convencido de que hay que concentrarse en los temas que afectan a la gente”, dicen desde su entorno.
Por ahora, el legislador nacional evita el barro de la pequeña política y busca mostrarse como un nexo entre el territorio y el Congreso. Especialmente, en ciertos temas: clubes de barrio -un nicho que supo explotar como senador departamental-, obras, educación y el entramado productivo. Todo, con un discurso con fuerte acento en el federalismo.
Es una agenda similar a la de Omar Perotti. De hecho, el ex periodista deportivo compartió boleta el año pasado con el gobernador, que fue candidato a senador suplente, pero se mueve como líbero.
Desde su debut en la política en 2019 de la mano de Maria Eugenia Bielsa y Marcelo Gastaldi, Lewandowski ganó tres de las cuatro elecciones en que compitió. Hace tres años se impuso en la primaria del peronismo a Norma López, y en la general le birló la banca a Mónica Fein, en ese momento intendenta de Rosario.
En 2021 Lewandowski le ganó la pulseada a Agustín Rossi pero perdió el invicto con Carolina Losada, que se llevó los dos asientos para la mayoría.
Sin el desgaste del Ejecutivo, todavía con crédito de outsider, aceptado por el kirchnerismo paladar negro y, a la vez, con vínculos fluidos con el mundo agropecuario -históricamente refractario al peronismo, al menos desde 2008- Lewandoswki tiene llegada a públicos diferentes.
“No hay que ver al campo como enemigo, sino como un sector productivo, que genera divisas, con el que hay que encontrar puntos de acuerdo”, repite Lewandowski puertas adentro de su espacio.
Además, en la carrera hacia 2023 el ex comentarista del Fútbol para Todos tiene una carta clave. Hoy es el único dirigente peronista que mide. El resto de los candidatos, por ahora, no aparece en el espejo retrovisor.
“Las encuestas nos dan muy bien, incluso las de los otros espacios. Nosotros no mandamos a hacer ninguna”, aseguran cerca suyo.
Esa ventaja le permite no forzar el motor, administrar los tiempos, escuchar ofertas y, cuando sea el momento, decidir qué hacer.
En la escudería de Lewandowski algunos plantean que “hay que asomar más la cabeza” pensando en 2023, pero otros recomiendan mantener la estrategia que funcionó hasta ahora. “Está lleno de experiencias de largada en falso”, advierten.
Sin embargo, el tiempo corre y tarde o temprano tendrán que decidir.
Una posibilidad es pelear por la gobernación. A priori, parece una interna ganable. Pero para suceder a Perotti en la Casa Gris Lewandowski necesita, al menos, que la Argentina y la provincia no estallen, que el peronismo se mantenga unido y que la oposición vaya dividida. Y así y todo, como se demostró el año pasado, podría no alcanzar.
Otra opción es bajar a Rosario, donde Lewandowski podría enfrentar en una gran semifinal amplia al rossista Roberto Sukerman. Otro que también camina el distrito y tiene ganas de jugar es Alejandro Grandinetti, de la mesa chica del perottismo.
Aunque luzca como un premio consuelo, Lewandowski podría protagonizar un hecho histórico -desde 1983 la ciudad estuvo gobernada siempre por radicales y socialistas- pero que hoy parece al alcance de la mano: en 2019 Pablo Javkin le ganó a Sukerman por poco más de un punto porcentual.
Una tercera alternativa es quedarse en el Senado. “El dice que quiere terminar el mandato en el Congreso, pero también que hay que prestar atención al contexto”, deslizan en su entorno más cercano.
El director del HECA, Jorge Bitar, aseguró que el cuadro es grave y que hay que seguir la evolución "día a día". Continúa con asistencia mecánica respiratoria en cuidados intensivos
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