La asociación Consumidores Libres advirtió ayer que la nueva suba en el precio de los combustibles "acentuará el proceso recesivo y la inflación" en el país, al argumentar que el incremento se trasladará a la canasta básica de alimentos. En tanto, el presidente de la Sociedad Rural (SRA), Luis Miguel Etchevehere, alertó que el incremento significa "3.600 millones de pesos de costo adicional para el campo".
Los combustibles aumentaron ayer entre 6 y 7,2 por ciento, tras subir 8 por ciento a principios de año y retroceder 0,1 en naftas y 2,6 en gasoil durante abril.
En ese escenario, el representante legal Consumidores Libres, Héctor Polino, cuestionó que "lamentablemente, el gobierno nacional optó por trasladar el valor del peso frente al dólar y la cotización del barril de crudo internacional al precio de las naftas y el gasoil para mantener el nivel de rentabilidad de las empresas petroleras".
"Este aumento representa 3.600 millones de pesos de costo adicional para el campo, que consume un tercio del total del gasoil utilizado en la Argentina", se quedó, a su turno, Etchevehere.
Asimismo, el dirigente subrayó que en la Argentina se debe tender "a que el precio local sea lo más parecido al internacional".
Por su parte, la Cámara de Empresarios de los Combustibles indicó que hubo aumentos de hasta 7,2 por ciento porque el gobierno decidió dar una "suerte de compensación" a las empresas petroleras dado que sus precios subieron 31 por ciento en 2016 contra una inflación que superó el 40 por ciento.
El secretario de la entidad, Raúl Castellanos, además, adelantó que a fin de año habrá un nuevo incremento (último trimestre).
Argumentó que, si bien el precio del dólar en el país subió y el valor internacional del crudo bajó, "se hizo una suerte de compensación por el año pasado, cuando los precios habían ajustado 31 por ciento y la inflación fue de más de 40 por ciento".