El presidente Mauricio Macri reconoció ayer que estaba al tanto del "conflicto" por el juicio entre el gobierno y el Correo Argentino SA por la deuda que la empresa postal, que pertenecía a su padre, Franco Macri, antes de su nacionalización, mantiene con el Estado.
"Sabía que existe un conflicto hace doce años. Lo que hice es no participar en nada en la solución", admitió el mandatario, que acto seguido pidió "disculpas" por no haber intervenido previamente.
"Por eso asumo mi parte y pido disculpas", señaló Macri en declaraciones al canal América. De ese modo, procuró despejar las dudas que habían sembrado los propios funcionarios de su gobierno, como la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien apenas salió a la luz pública el escándalo por una presunta quita millonaria de la deuda que el grupo Socma tiene con el Estado despegó al primer mandatario de cualquier vinculación con el hecho.
Al igual que la diputada nacional y líder de la CC-ARI, Elisa Carrió, Michetti había asegurado que "no creía" que Macri supiera del convenio que el Estado había cerrado con Correo Argentino.
Sin embargo, días después el ministro de Comunicaciones nacional, Oscar Aguad, contradijo esa versión,al afirmar que creía "muy probable" que el jefe del Estado tuviera conocimiento del asunto, lo cual profundizó la incertidumbre.
Si bien Macri asumió que "sabía de siempre" acerca del juicio por el Correo Argentino, negó que exista algún tipo de corrupción que involucre a su gobierno.
"Quiero aclarar para no evadirme de nada. Panamá Papers, el Correo Argentino, Avianca, la denuncia de (el titular de la AFI, Gustavo) Arribas, en ninguno de esos hechos hubo corrupción, en ninguno. Y el tiempo, porque la Justicia demora, irá demostrando que son todas cosas que no son verdad", aseveró.
Tras tomar distancia de las acusaciones en su contra, el líder del PRO se jactó de haber promovido un "mecanismo especial" para resolver casos que planteen supuestos conflictos de intereses que vinculen a funcionarios públicos.
"Lo sabía de siempre, por eso dije que dado que en la Argentina nadie tiene un cheque en blanco y que la gente tiene derecho a desconfiar por esos muchos años de mentira y de corrupción, que tenía que haber previsto un mecanismo especial", enfatizó.
La controversia se disparó cuando la fiscal Gabriela Boquin pidió el rechazo del acuerdo por considerarlo "ruinoso, abusivo e inadmisible", con el argumento de que implicaría una quita del 98,2 por ciento a favor de la firma controlada por la familia del presidente y un perjuicio de más de 70 mil millones de pesos para el Estado.
Macri, Aguad y Juan Carlos Mocoroa (director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Comunicaciones) fueron imputados por presuntas irregularidades, el presidente salió a anunciar la suspensión del convenio y el gobierno presentó la semana pasada los dos decretos simples con los que buscará evitar posibles conflictos de interés que involucren al primer mandatario, otros funcionarios, sus familiares y amistades.
Reproches
En otro orden, el primer mandatario acusó al kirchnerismo de "poner sistemáticamente palos en la rueda" a su gestión, si bien evitó atribuir a la ex presidenta Cristina Kirchner un intento de desestabilización.
Al referirse al paro docente, que pone en vilo el inicio del ciclo lectivo, cargó contra el secretario general del Suteba, Roberto Baradel, de quien dijo que "es parte del kirchnerismo".