El vendaval de votos en favor de Cristina Fernández, aun en zonas rurales que se le habían rebelado con 400 piquetes en 2008, sorprendió a los dirigentes de las entidades rurales. Algunos de ellos ensayaron ayer alguna autocrítica y no pocas explicaciones por "la sorpresa".
Hugo Biolcati, titular de la Sociedad Rural, consideró que las presidenciales de octubre "ya (las) ganó Cristina en primera vuelta" y sugirió que la pelea electoral "serán legislativas".
El presidente de Coninagro, Carlos Garetto, reconocer que la elección del domingo marcó "una aceptación a la gestión" kirchnerista, aunque resaltó que fue "un voto castigo a la oposición, que no ha sabido consolidarse" en un proyecto común.
El más sincero fue quizá Alfredo De Angeli (el ruralista entrerriano que simbolizó la resistencia a la 125), quien resumió así la situación: "Charlé con muchos productores, y me decían «¿y ahora qué hacemos?»".
Por su parte, el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, consideró que "la actividad económica ha tenido mucho que ver". Luego afirmó que "la ruralidad no se suicida" y sostuvo que "la opción electoral que ofrece Cristina Fernández no representa" al sector agropecuario, que desde marzo de 2008 confrontó con la gestión kirchnerista por las retenciones móviles a los granos.
Culpa del vecino. Buzzi señaló como responsable del abrumador apoyo al oficialismo a la "ausencia de opciones superadoras en la oposición" y ratificó que "el productor, en su mayoría, no votó a Cristina, pero su vecino sí, y viven en el mismo pueblo".
Para Garetto, el sector agropecuario "no tiene fuerza electoral, pero influye en los pueblos del interior. Hubo una fuerte respuesta de la urbanidad a la gestión presidencial", evaluó.
Luego expresó que "de cada dos argentinos, uno apoyó al gobierno" y que "dentro de las propuestas opositoras estaba desperdigado el sector agropecuario, que conforma el 50 por ciento que no votó al kirchnerismo".
Biolcati reconoció que fue "un hecho notable el triunfo de Cristina", lo que -dijo- "nos obliga a reflexionar, pues a veces uno se encierra en cuestiones sectoriales y no interpreta ciertas cosas. El domingo el 50 por ciento de la gente nos dijo que las interpretó".
De todos modos, Biolcati planteó que la Mesa de Enlace mantendrá una postura crítica al gobierno, sobre todo en sus reclamos por las retenciones y las trabas a las exportaciones de granos. "Los reclamos siguen con plena vigencia; no vamos a cambiarlos porque el país haya apoyado a Cristina", agregó .
Biolcati ensayó una diferencia entre el productor agropecuario que sale a protestar a la ruta y las ciudades donde viven. Puso como ejemplo la zona de Pergamino: "Es ante todo una ciudad, con poca gente que vive en el campo. Si uno está en Pergamino no puede dejar de reconocer que la camioneta se vende, que el taller mecánico tiene clientes y que los escribanos trabajan. Por más que toda esa actividad se genera a partir del campo, en la ciudad lo que se percibe es bonanza", aceptó.
En profundidad. El que pidió una autocrítica profunda a la Mesa de Enlace fue el director de la Federación Agraria Pedro Peretti, quien dijo que "el 3,24 por ciento de (votos que sacó Elisa) Carrió "representa la derrota del discurso neoliberal agrario de retenciones cero".
Aunque no dejó de cuestionar las políticas oficiales para el campo, Peretti, dijo que "la Mesa de Enlace tendrá que hacer alguna autocrítica" y recordó que mientras la presidenta firmaba decretos de protección al sector se escuchaba "el único discurso de libre exportación, y la verdad es que nadie da la vida por la libertad de exportaciones".
"Hay que terminar con cierto patrullaje ideológico. Porque en la Mesa de Enlace si no gritabas libertad de mercado y libre exportación te sancionaban y te mandaban al rincón en penitencia", cuestionó Peretti.
Si no fuese por Binner
El titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, se mostró sorprendido por el 50% de los votos que sumó la presidenta y aseguró que si no fuese por Hermes Binner sacaba el 60%. También dijo que después del conflicto de 2009 y del fallecimiento de Néstor Kirchner hubo un aprendizaje (en el gobierno) y se dejó de lado la actitud descalificadora.
“La economía rural funciona porque la maquinaria agrícola se vende, el respuesto también, los neumáticos se cambian, entonces, ¿por qué cambiar?” (de gobierno), reflexionó Buzzi.