Alberto Fernández transcurre por estas horas sus vivencias como nuevo presidente de los argentinos. Después de la toma de juramento y de su discurso de alrededor de una hora, Fernández se dirigió a la Casa Rosada.
Telam
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Alberto Fernández transcurre por estas horas sus vivencias como nuevo presidente de los argentinos. Después de la toma de juramento y de su discurso de alrededor de una hora, Fernández se dirigió a la Casa Rosada.
El flamante presidente fue recibido por el oficial de servicio del Regimiento de Granaderos, unidad escolta presidencial, el teniente Matías Carnevale, con el tradicional saludo de "buen día, señor presidente, Casa de Gobierno sin novedad", tras lo cual lo custodió hasta el despacho presidencial ubicado en el primer piso.
En el Patio de las Palmeras, un grupo de trabajadores de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) colgó una bandera en los balcones internos y una lluvia de papelitos se desprendió sobre el nuevo mandatario. "Se siente, se siente, Alberto Presidente", le cantaron entre aplausos.
Un rato más tarde, Fernández posó con su pareja Fabiola Yañez y su hijo en su primera foto en el sillón presidencial.
Sobre el escritorio, dos portaretraos que él mismo había acomodado: uno con una foto junto a Néstor Kirchner -a quien nombró en su discurso y se emocionó- y otro con su amigo personal Luis Alberto Spinetta.
Luego de saludar a las delegaciones extranjeras presentes en la ceremonia de asunción del mando, Fernández se tomará unos minutos y a las 17 está prevista la realización de la ceremonia de toma de juramentos a los integrantes de su nuevo gabinete.
Por Lucas Ameriso
Por Facundo Borrego