Tras el revuelo en las redes sociales que provocó el look veraniego de Roberto Lavagna, el experto en comunicación política Mario Riorda consideró que el ex ministro de Economía y potencial precandidato presidencial pudo salir bien parado gracias a la "autenticidad" que reflejó la fotografía utilizada para difundir su encuentro en Cariló con el senador nacional Miguel Pichetto (PJ). Un plus que, según advirtió el especialista, en la actualidad no logra capitalizar la mayoría de la dirigencia argentina, incluido el jefe del Estado, Mauricio Macri.
Si bien Riorda estimó que la foto de Lavagna "tuvo más de positivo que de negativo respecto de un repentino posicionamiento personal en la palestra", de inmediato aclaró: "Si eso le sirve al sistema político argentino, me parece una insignificancia total".
"No sé si fue una foto planificada. Sí forma parte de lo que en comunicación política denominamos pseudo acontecimiento: un hecho que tiene intencionalidad de convertirse en una acción comunicacional efímera, muchas veces buscada arbitrariamente y, en otras oportunidades, que nace de modo impensado", precisó.
Para Riorda, la fotografía de Lavagna luciendo sandalias con medias deportivas es una acción "amateur, casi doméstica, que de golpe es aprovechada por una escala comunicacional impensada". Signo de los tiempos que corren en los debates públicos, "la novedad que implican estos actos minúsculos es que, en general, compiten con la discusión, por ejemplo, de la política jubilatoria de un país".
"No importa cuánto contribuyan a la democracia o a las instituciones, estos debates públicos se convierten en hechos, parte de los cuales todos terminamos hablando en algún momento", argumentó el experto.
Acerca de si una foto como la de Lavagna resulta decisiva para sumar o restar respaldos, Riorda hizo hincapié en que "una de las características más importantes de la comunicación política, que incluso supera el límite de las campañas, es la autenticidad".
"Si hay un commodity en la actualidad, es el ser auténtico. La apuesta al marketing, a la publicidad constante muy asociada a la década del 90, que incluso fue más allá del siglo XXI, no es una característica que la sociedad, en general, valore y premie en la actualidad", precisó.
Como ejemplo, Riorda mencionó al líder del Frente Renovador (FR), Sergio Massa, quien está recorriendo el país en auto y postea fotos y videos en redes en las que mira a los ojos a sus dirigentes o cita su lista de canciones favoritas en Spotify.
"Massa incurre en un exceso de artificialidad que, muchas veces, implica exposiciones al ridículo. La autenticidad es un valor que, de algún modo, se premia y supera lo que estéticamente calificaría como políticamente correcto", alertó el especialista.
En ese sentido, Riorda puntualizó: "La política transitaba antes sobre ciertos cánones de consenso público respecto de lo que se podía hacer o no. En la actualidad, todo el mundo habla, incluso en el caso de Lavagna, en el marco de un debate nacional. Con la atención centrada en sus sandalias y medias, los argentinos discuten acerca de sus capacidades".
Por eso, instó a tener en cuenta que, actualmente, "la característica discursiva del debate político es un poquito más noble y honesta y un poquito menos artificial, y seguramente deja traslucir prejuicios pero, a su vez, le corre el velo a ciertas hipocresías sociales".
Al rememorar la reciente foto de Macri en un supermercado de Villa La Angostura (Neuquén) luciendo bermudas y Crocs (calzado casual), que también detonó adhesiones y rechazos en las redes, Riorda destacó que "a todos los políticos les cuesta dominar su imagen".
"Los dirigentes tienen problemas a la hora de dominar lo que defino como la política sin filtro. Hoy por hoy, cualquier filtro huele a artificial. En el caso de Macri y Massa, ambos tienen equipos profesionales que intentan manejar y controlar prácticamente toda salida pública y, por ese motivo, son más castigados que el resto", fundamentó.
Riorda hizo notar que "Massa deparó muchas anécdotas a lo largo de su historia reciente y, respecto de Macri, lo del perrito Balcarce (que en enero de 2016 fue fotografiado sentado en el Sillón de Rivadavia y fue viral) es un ejemplo concreto de pseudo acontecimiento".
No obstante, el experto advirtió sobre los desafíos comunicacionales de los oficialismos: "Una cosa es hacer eventos en campaña y otra es que se conviertan en rutina en una etapa de crisis, que es lo que le está ocurriendo al presidente. Por la susceptibilidad que hay en el ambiente es factible que reciba más críticas que en otro contexto".
De cara al año electoral que despunta, que será un muestrario de aciertos y errores comunicacionales, Riorda fue contundente. "Las campañas clásicas no existen más y las nuevas se construyen básicamente sobre la hostilidad y la falta de debate, no tanto por lo que soy sino por lo que no soy", aseveró.
En esa línea, el experto concluyó: "La campaña de 2019 llegará con la inercia que tuvo el año pasado y sumará intensidad, con igual crisis y un nivel de efervescencia superior. Venimos de discutir mucho sobre política económica y situación social, razón por la cual serán meses de gran hostilidad".