Son los más jóvenes que integran las listas a concejal que competirán el 11 de agosto. Remarcan las propuestas de sus líderes y cruzan visiones sobre Rosario.
Son los más jóvenes que integran las listas a concejal que competirán el 11 de agosto. Remarcan las propuestas de sus líderes y cruzan visiones sobre Rosario.
Pese a que militancia política y juventud no siempre parecen términos compatibles, en Rosario asoman nuevos dirigentes que abandonan el escepticismo y se posicionan como potenciales figuras de las listas que competirán en las próximas elecciones legislativas.
A dos semanas de los comicios, los jóvenes son los que le imprimen dinamismo a la campaña electoral. Forman parte de la lista para concejales pero trabajan detrás de sus líderes. Otorgan su sello al partido y quieren saltar a la escena de la política local. Se codean con funcionarios de primer nivel y aseguran que intervienen para cambiar la realidad de todos. La Capital juntó a siete candidatos jóvenes para conocer sus historias.
Claudia Fleitas se deslumbró la primera vez que lo vio. Era el momento que esperaba desde hacía mucho tiempo: iba a ser parte de un acto de Néstor Kirchner. "Me hizo sentir la realidad. Ahí decidí volcarme de lleno a la política", recuerda. A varios años de ese cónclave, esta joven de 32 años, candidata por la lista que comanda Héctor Cavallero, enumera lo que para ella fueron las reivindicaciones sociales logradas por el kirchnerismo en estos 10 años de poder.
Laureano Sammartino desde muy chico hizo su aparición en Franja Morada. Tiene 33 años y ocupa el 5º lugar en la lista que comanda Jorge Boasso. Se siente parte de un proyecto que tiene como principal finalidad ubicar al concejal radical en la intendencia. Fiel al estilo de su líder, el joven remarca que Mónica Fein carece de liderazgo en temas fundamentales para la ciudad.
No es novedoso que el PRO apueste por jóvenes. La fuerza liderada por Mauricio Macri presentó a Roy López Molina en los comicios de 2013, cuando tenía tan solo 26 años. Además, tres de los cuatro concejales actuales tienen menos de 33 años. En estas elecciones Nicolás Bacca, de 30, ocupa el 3º lugar en la nómina de candidatos que encabeza Anita Martínez.
Martin Rosúa asegura que se presenta como candidato a concejal para generar un proceso de renovación política. Una oxigenación. Este abogado, de 38 años, cabeza de lista de un sector del radicalismo que va por dentro del Frente Progresista, señala que los rosarinos deben tener nuevos representantes para atender a sus demandas.
"Me sume al Movimiento Evita cuando tenía 15 años", comienza Ignacio Rico, quien no duda en asegurar que la única manera de cambiar la realidad es mediante la política. Hoy con 22 años, el secretario general de la juventud peronista ocupa un lugar en la lista que lidera Fernando Chino Rosúa.
Federico Netri reconoce que se imagina ocupando una banca en el Concejo. Milita desde chico y con solo 22 años, ocupa el 7º lugar en la lista que comanda el edil Diego Giuliano. Desliza que las discusiones políticas en su facultad son constantes y asegura que se piensan propuestas para aportar soluciones en materia de seguridad.
El interés de Enrique por participar en política comenzó desde niño. Se crió en una familia con fuerte impronta militante. Hijo del fallecido Guillermo Estévez Boero, fundador del Partido Socialista y de la dirigente Inés Angélica Bertero, Enrique a sus 30 años sabe que supo cultivar una educación basada en los ideales que hoy defiende. 7º en la lista que encabeza Miguel Angel Cappiello, el joven candidato saca a relucir su defensa de la gestión de Mónica Fein al frente del municipio.
Las propuestas en esta campaña electoral son escasas y los candidatos jóvenes describen la realidad que vislumbran en cada una de sus recorridas. Se animan a intercambiar números de encuestas que manejan en sus espacios y discrepan en las problemáticas que hay que atender con urgencia.
Al desentrañar la agenda pública la prioridad parece focalizarse exclusivamente en las necesidades que surgen de los barrios rosarinos.
Los kirchneristas Fleitas y Rico coinciden en responder que esta administración municipal es la peor en 24 años de poder socialista. Se muestran como los más conocedores de las necesidades barriales y aseguran que la falta de políticas sociales se agudiza porque no hay coordinación con la provincia. "La municipalidad sólo se ocupa del centro y de la zona costera en detrimento de las necesidades de los vecinos de la ciudad", subrayan.
Para Sammartino hay dos ciudades en una misma. Señala que la infraestructura del centro se aleja de la realidad de los barrios..
Quien coincide con este punto es Rosúa. El joven líder del espacio radical Un Cambio Real resalta que el socialismo debe hacer con la seguridad hacer algo similar a lo que hizo con la salud.
Para hablar de seguridad, Netri saca a relucir los proyectos presentados por el concejal Diego Giuliano. Recuerda el eslogan "la GUM a la comisaría y la policía a patrullar" para reiterar que su líder se dedicó de lleno a la lucha contra el delito. "Este gobierno tiene demasiada parsimonia para enfrentar los problemas", pronuncia el joven peronista.
Bacca intenta desligarse de la crítica constante y busca resaltar que el PRO en el Concejo es una oposición responsable. "En muchas ocasiones, el kirchnerismo nos acusó de estar cerca del socialismo y viceversa pero nosotros actuamos con responsabilidad y estamos cerca del vecino", argumenta.
Estévez es el único que hace un buen balance de la gestión de Fein. Conocedor de las políticas implementadas por el municipio, asegura que la figura de Cappiello viene a garantizar la continuidad de un proyecto político que comenzó con Hermes Binner. "Nosotros somos los que más conocemos los reclamos. Tenemos suficiente experiencia y creemos que podemos colaborar para que el concejo deje de ser una pelea de egos", remata frente a la mirada de sus jóvenes adversarios.
Las chicanas políticas también florecen entre los jóvenes que quieren subirse al escenario. De cara al 2015, estas elecciones de medio turno serán un termómetro para sus aspiraciones futuras. Saben que para atender los problemas de los rosarinos deben continuar su militancia. Su intención no es excluirse sino intervenir, con la convicción de que el país, para mejorar, necesita que los jóvenes se involucren en la política.