El sindicato de aceiteros acató la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo a partir de las 22 horas de anteayer para destrabar el paro que llevaba adelante a causa de los despido de trabajadores en las planta que la multinacional Cargill posee en Villa Gobernador Gálvez y Bahía Blanca.
"En el marco del plan de lucha con huelga nacional iniciado por nuestra organización gremial a las 18 horas del jueves 17, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social dictó la conciliación obligatoria desde las 22 horas del día de hoy (por el jueves)", indicó la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (Ftciodyara).
El conflicto en la empresa Cargill se desarrolló a partir del despido de 34 trabajadores en su planta del gran Rosario y Bahía Blanca, lo que motivó que el sindicato de aceiteros decretaran un paro por tiempo indefinido a partir del jueves pasado, tras el fracaso de la audiencia convocada ese mismo día, al cual el sector empresarial no asistió, según los representantes del sindicato.
El conflicto es de larga data, ya que arrancó en enero con retiros voluntarios y luego 44 trabajadores de la planta Punta Alvear de Cargill no pudieron ingresar a cumplir su deber laboral. "Los despidos se notificaron en puerta de fábrica, sumándole ensañamiento a una situación que ya es violenta para el trabajador a quien se le quita la fuente de sustento de su familia", había señalado aquella vez Daniel Yofra, secretario general de la Federación Aceitera. Dijo que "era un claro ejemplo de cómo opera la deshumanización de un sistema que cada vez se muestra más feroz". Hoy quedan 33 trabajadores en situación de conflicto.
El 1º de Mayo pasado, el acto central por el Día de los Trabajadores se desarrolló, en Villa Gobernador Gálvez, frente a los obreros despedidos que acampan frente a la planta de Cargill.
Un dirigente aceitero local definió así la situación en febrero, tras salir de la audiencia en el Ministerio de Trabajo: "Las cesantías en la principal cerealera del país no responden al cambio de perfil laboral declarado por la compañía, sino a un objetivo indecible: disciplinar" al movimiento obrero, que opera como obstáculo de las medidas neoliberales impulsadas por la Casa Rosada.
Ayer, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y la Cámara de Biocombustibles de la Argentina (Carbio) denunciaron formalmente, ante el Ministerio de Trabajo "la ilegalidad de una medida de fuerza" y consideró que se trata de "un paro motivado en una controversia que se limita a una de las empresas".
Además, negaron que esas cámaras hayan faltado o negado su asistencia a una audiencia celebrada en el Ministerio de Trabajo "ya nunca fueron citadas".