Proponiendo una consulta pública simultánea a los comicios del 16 junio de 2019 para que sean los santafesinos los que decidan si se reforma o no la Constitución provincial, y frente a la dirigencia de todos los partidos aliados y el funcionariado en pleno de su administración, el gobernador Miguel Lifschitz volvió a sorprender ayer en el acto de balance de sus tres años de gestión. Además, anunció que Antonio Bonfatti será el candidato a sucederlo y que, en ese sentido, no habrá internas en el Frente Progresista (FPCyS).
"Santa Fe va al Frente", rezó el enorme cartel que atravesó el escenario del imponente Centro Cultural Paco Urondo, en la capital provincial, debajo del cual se sentaron en semicírculo al gobernador; su vice, Carlos Fascendini, y la totalidad de los ministros.
Desde la platea, en primera fila, los miraban Bonfatti (a quien pocas horas antes el gobernador había declarado candidato a sucederlo porque no hay oponentes de "fuste" en la interna del FPCyS), sentado en medio de Emilio Jatón y Pablo Javkin, de un lado, y de Mónica Fein y Verónica Irizar, del otro. Las demás butacas de preeminencia fueron para los principales referentes de los restantes partidos de la coalición de gobierno.
Fueron los gestos de sorpresa, las miradas interrogativas y los murmullos de esa fila (y las restantes llenas de legisladores e intendentes y presidentes comunales oficialistas) los que ratificaron en simultáneo que los anuncios políticos del gobernador no habían tenido estado deliberativo previo en ningún lado.
Varios periodistas recibieron casi al instante mensajes en sus teléfonos de dirigentes de partidos opositores. Otros, respuestas a sus consultas. En todos los casos, negativos. De ser como todos dijeron, Lifschitz sorprendió a propios y extraños con lo de la consulta pública para reformar la Constitución provincial. Un tema que todos parecían dar por cerrado.
"No sería bueno, después de todo lo avanzado y logrado, que volviéramos a guardar en un cajón el proyecto de reforma constitucional. Por eso, quiero proponerles que, aprovechando el proceso electoral del año próximo y para no generar nuevos costos ni complicaciones al sistema electoral de la provincia, que podamos también junto a los comicios generales (junio) hacer un plebiscito o consulta pública a favor de la reforma", afirmó.
El gobernador ya llevaba casi un hora repasando área por aérea los hitos de su gestión, incluido un video que explicó cómo funciona el registro de aspirantes a adoptantes. Todo el acto se construyó sobre la base de un video más corto reflejando obras públicas y acciones de gobierno, un breve discurso proselitista de Fascendini y, finalmente, la palabra de Lifschitz.
Su discurso apuntó a lo institucional, con algunas críticas (ya punzadas por su vice) al peronismo, que gobernó 24 años la provincia y pretende volver "al pasado. O a la administración de Mauricio Macri, a quien volvió a recriminarle su falta de cumplimiento del pago de la deuda ordenada por la Corte Suprema de Justicia.
"Todas las iniciativas del Frente que se instalaron con los gobiernos de Hermes Binner y Bonfatti fueron continuadas y cumplidas en esta etapa. Somos progresistas donde hay que serlo: en la asignación de los presupuestos. Allí se ve claramente la intención de un gobierno", sacó pecho.
Al PJ le recriminó todo, incluso no haber tenido "una política cultural cuando el FPCyS lleva tres gestiones, con funcionarios que han cambiado y una ministra que sigue" habilitando la segunda ovación del acto. La primera había sido cuando auguró que Bonfatti sería su sucesor. Por lo demás, los aplausos fueron sobrios y menos de lo esperado.
Tampoco dejó pasar el dato del Indec, según el cual la desocupación bajó a la mitad en la provincia, a contrapelo de la Nación, y lo adjudicó a las políticas de las gestiones socialistas. Y habló de una renovación de la fuerza policial y la gestión para combatir el delito y de políticas educativas que, en ambos casos, mostrarán efectos a largo plazo.
Lifschitz dejó el golpe de gong que sacudió a todo el auditorio —sin atenuantes— para el final, con los anuncios del plebiscito para la reforma constitucional y el pedido de que el Frente Progresista "no cambie su esencia (es decir: no incorpore más socios políticos) ni modifique su nombre" para 2019. Y cerró el acto augurando que sea Bonfatti quien lo suceda en la Casa Gris, tras lo cual le deseó "éxito" en la inminente puja electoral.
Reacciones
Si bien Lifschitz, al fundamentar su propuesta de plebiscitar la reforma de la Carta Magna, dijo que había tenido en cuenta iniciativas sugeridas en su momento por la oposición, en el PJ tomaron distancia del anuncio. "Jamás", fue la respuesta que dio el presidente del PJ provincial, Ricardo Olivera, cuando La Capital le preguntó si el partido había sido consultado.
En Cambiemos, el intendente de Santa Fe, José Corral, recordó que él fue quien propuso el plebiscito. A su turno, el titular del PRO a nivel provincial, Federico Angelini, objetó el anuncio del gobernador: "Tiene más que ver con involucrarnos a todos en un plebiscito para dirimir una interna del socialismo que en responder a una demanda concreta y urgente de todos los santafesinos, como la inseguridad".
Julián Galdeano, líder de la UCR provincial, consideró que "no estaría mal que envíen un mensaje del Ejecutivo estableciendo la consulta popular y sus alcances", aunque aclaró: "Vemos más productiva una convocatoria a los partidos para que asuman un compromiso respecto de los tiempos y las características de una futura reforma".