El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, admitió que en este momento y por la situación que atraviesa el país, "la negociación por la deuda de Nación con la provincia pasó a un segundo plano".
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, admitió que en este momento y por la situación que atraviesa el país, "la negociación por la deuda de Nación con la provincia pasó a un segundo plano".
El mandatario había dicho ayer a La Capital que "si hay flexibilidad con el Fondo Monetario Internacional (FMI), espero lo mismo para acordar con el gobierno provincial".
En el mismo sentido, hoy declaró que "respecto a la deuda de coparticipación entre el gobierno nacional y Santa Fe, veníamos avanzando en el tema pero se interrumpió por razones obvias de prioridades y el rumbo que ha tomado el país".
"El FMI siempre impone condiciones y es un camino al que se ingresa y nunca se sabe dónde va a terminar. Es entrar a caminar el un desfiladero donde cada vez hay menos opciones y menos alternativas", señaló en diálogo con LT3.
También, afirmó que ya inició conversaciones con los gobernadores tras estas últimas medidas económicas. "El impacto sobre las economías provinciales es muy alto, hoy lo estamos viviendo, yo estoy recibiendo llamadas y mensajes de los empresarios, productores que me dicen que está cortada la cadena de pago, que el Banco Nación no está descontando los cheques diferidos", graficó.
"Santa Fe tiene una realidad económica que es muy dinámica, y a pesar de las dificultades de la coyuntura, diría que la actividad económica no ha decaído, tenemos algunos sectores con problemas, pero otros que crecen. Estamos en una situación de equilibrio. Pero hay que ver que ocurre con las medidas de estos últimos 15 días tendrán impacto aunque aún no podemos evaluarlos, entendemos que no serán positivos", analizó.
"Estos cimbronazos de la economía complican un poco la situación, pero la semana próxima retomaremos las negociaciones por la deuda", agregó.
"Sería necesario que se estableciera un marco de diálogo político entre el gobierno y la oposición. El gobierno debe bajar algún cambio, reconocer que tiene problemas y cosas para corregir. Se tiene que buscar una salida acordada, que tenga consenso, lo peor que se puede hacer es ignorar las opiniones del resto de la sociedad, que es lo que vemos que está ocurriendo", indicó.