Los cuatro jóvenes detenidos al intentar entrar a la quinta Los Abrojos, de la familia del presidente Mauricio Macri, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas, fueron liberados ayer por orden judicial. Paralelamente, la Casa Rosada procuró desdramatizar el hecho y confirmó que no habrá modificaciones en el dispositivo de seguridad del jefe del Estado.
El incidente es investigado por Juan Manuel Culotta, juez en lo Criminal y Correccional Federal del partido bonaerense de Tres de Febrero. Los jóvenes fueron detenidos el domingo pasado, a las 8.30, luego de una persecución policial que terminó en la playa de estacionamiento de una casa de comidas rápidas ubicada en el partido bonaerense de San Miguel.
Fueron identificados como Juana María Avalos (22 años, conductora del auto), Federica López Brown (21), Federica Albizu (22) y Mateo Passerieu (22), todos residentes de la localidad de Villa de Mayo (Malvinas Argentinas).
Fuentes de la investigación señalaron que los jóvenes habían intentado entrar a la quinta de la familia Macri con la excusa de que uno de ellos era la ahijada del presidente.
"Dejáme pasar. Soy la ahijada del presidente", aseguró a uno de los custodios una de las ocupantes del Volkswagen Gol gris en el que la acompañaban otros tres jóvenes, un hombre y dos mujeres.
Los jóvenes habían logrado pasar el primer control de acceso a la quinta en momentos en que Macri descansaba con su familia.
Desde las ventanillas del auto, los cuatro jóvenes tomaron fotografías del interior de la quinta con sus teléfonos celulares e, incluso, videos, aseguraron fuentes policiales.
Cuando los agentes de seguridad se dieron cuenta del engaño e intentaron detenerlos, la conductora del automóvil dio marcha atrás y abandonó el lugar, lo que dio lugar a una persecución por parte de la policía. "Macri gato, te vamos a matar", gritó uno de los jóvenes al emprender la huida.
La policía no halló armas en el automóvil en que viajaban los intrusos, a los que les incautó los teléfonos celulares con los que fotografiaron y filmaron el interior de Los Abrojos.
Secuestró, además, el auto y todos quedaron acusados de violación de domicilio y amenazas, causa que ahora instruye Culotta.
Todo sigue igual
Aunque las imágenes de las cámaras de seguridad de la quinta desnudaron, una vez más, la fragilidad de la seguridad presidencial, en el gobierno de Macri aseguran que la respuesta que dio la custodia fue "exitosa" y sostienen que no se incrementarán las medidas para evitar este tipo de situaciones.
Si bien en el gobierno están lejos de justificar el incidente y se niegan a tolerar la "broma", como dijeron querer hacer los cuatro jóvenes —ya liberados— tras querer ingresar a la residencia de fin de semana de Macri, sostienen que las medidas de seguridad dispuestas funcionaron "correctamente" y que fue un hecho "menor".
"No habrá ningún cambio. Intentaron entrar, los frenaron y les pidieron identificarse. No pasó a mayores ni ingresaron a la quinta como se dijo: hicieron marcha atrás y se fueron gritando", fue una reflexión cercana al secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, quien tiene bajo su órbita a la Casa Militar, que está a cargo de la custodia de Macri.
Como señalaron fuentes de la investigación, se trata de chicos "de clase alta y universidades privadas" (que se conocieron el Club Universitario de Buenos Aires, Cuba) que no tenían como objetivo atacar al presidente.
Con todo, pese a la cercanía del G-20 y a los ataques de sectores anarquistas que se produjeron la semana pasada (ver aparte), en el gobierno creen que no es necesaria ninguna medida adicional.
"El sistema funcionó. Se frenó el coche y luego los detuvieron" a los jóvenes, fue el balance trazado en el Ministerio de Seguridad nacional que conduce Patricia Bullrich.